jueves, 30 de junio de 2011

94 Solo Palabras...en la radio



Hace unos días los amigos de “La Esfera Cultural” me publicaron en su espacio uno de mis textos, “Sólo palabras”, que también podéis encontrar en estas páginas...

Solo palabras...

Te levantas igual que te acuestas, preso de mundos imaginarios. Escribir, solo palabras. Yo quisiera ser artesano, soldador, sastre, un sencillo costurero de monemas. Poder juntar vocablos, pegarlos (leer mas)


Este texto es uno de mis preferidos, habla sobre la pasión de escribir y también sobre el miedo a escribir. Habla de las palabras, de los vocablos, de los fonemas…además de publicarlo, ha sido leído en la radio por La Voz Silenciosa. Os recomiendo su audición…

SOLO PALABRAS EN LA RADIO....




©  Xavier Blanco 2011.
_________________________________________________________

Si te ha gustado, puede que también te guste leer:




lunes, 27 de junio de 2011

93 Una visita inesperada....














 
No me diga que le explique por qué, ni siquiera cuándo, ni me pida dónde. No pregunte, no hay respuestas. Estoy aquí, eso es lo importante. Es normal que usted tenga miedo, que se sienta extraño. No me mire así: sí, claro que me conoce. Soy sus sueños, sus recuerdos, sus mentiras, sus anhelos. Su pasado. Puede que llegue a ser su futuro. Soy lo mejor de usted, y lo peor también. Ahí, envuelto en su piel, estando sin estar, pasando desapercibido. No se proscriba, no tenga miedo: mi voz es su voz que resuena como un eco, como cantos de sirena. Soy la ira, la envidia, la lujuria, la pereza, la avaricia, sus mentiras. Pero también la ternura, el amor, el deseo, la verdad. Quizás se le ha escapado el tiempo y ya no pueda regresar a la vida.  No me espere, volveré: usted y yo hablaremos. No le quepa duda. Tal vez  las certezas se han caído y han de caer del todo sin duda alguna.Vale.

©  Xavier Blanco 2011.


Este relato tiene truco, acaba con la última frase de una novela muy conocida, insustituible, infinita diría yo. Seguro que sabes que novela es ¿lo intentas?. Te daré una pista, en algún lugar se escribió....
_____________________________________________________________________

Si te ha gustado
Aquí encontrarás mas MICRORRELATOS.


Algunos de mis preferidos:


sábado, 25 de junio de 2011

92 Nada...


Hay días que te despiertas gris, lánguido, deslúcido,  como las tardes de los domingos. Otros, amaneces denso, trabado, como esa niebla baja que cubre los campos del invierno. Algunos días clareas melancólico, taciturno, nostálgico, como el sonido de un violín que resuena morriña en las madrugadas del otoño, mientras el viento desnuda los árboles del parque.


Hay días que te levantas gris, tupido, taciturno y además desconsolado. Esos días escribes estas cosas, sólo palabras:



“…Estoy desolado, desértico, perdido, disipado…. No tengo nada que contar, nada que relatar, nada que escribir. Mi mente no responde, no siento nada, sólo el vacío. Presiento un lugar oscuro, recóndito,  profundo, insondable. Intento recordar palabras, resonar dicciones: ternura, princesa, universo, cielo, rabia, tristeza, abatimiento…nada ¿qué representan? ¿quién me explica si significo algo, o si soy parte del significado? Ahí, dudando de mis dudas. Es el fin,  el ocaso, el crepúsculo, la cesación. Deseas calma, tregua, quizás descanso. Nada.

Observo el entorno, miro mi alrededor, mi contorno: sólo diviso objetos, formas, caracteres. Distingo pero no percibo nada. ¿Abrigar ilusiones, sueños, quimeras, fantasías, utopías, imaginaciones? Nada.  Sólo entelequias, ficciones, invenciones, angustias, cuentos. Tal vez mentiras. Me pesan los ojos, el fluir de la ira. Escucho voces, palabras sin significado. Desolación, miedo, vacío, pánico. Se han escapado las palabras, han huido los fonemas. Lo siento, hoy no he sido capaz de escribir nada.  Nada, nada, nada, nada, nada…, apenas doce frases: he contado diez veces nada…”

Las palabras son así: tóxicas, veneno. Algunas veces bálsamo, medicina. Brisas de palabras, vientos, ráfagas, vendavales. Llueven las palabras, diluvian los vocablos, y cuando la mente clarea, un arcoíris de expresiones lo inunda todo: el gris se vuelve verde, azul, quizás rojo; la espesura torna nitidez, transparencia, y la  melancolía resuena consuelo,  fervor. En ese momento vuelves a transitar por el camino del optimismo y piensas que puede ser, que todo es posible, que vale la pena.
 

©  Xavier Blanco 2011.










___________________________________
Si te ha gustado, puede que te guste leer:


48 Un día como hoy.

miércoles, 22 de junio de 2011

91 Se vende apartamento...


Con este microrrelato he participado esta quincena en el 
la frase de inicio obligada era "Corrientes, 348", y un máximo de 200 palabras.


Corrientes, 348. Se vende apartamento. Oportunidad”. La cita con la inmobiliaria era a las 20 horas. Llegué antes, merodeé por la zona, curioseé el edificio. El ocaso anunciaba el final de un nuevo día. Los colores del crepúsculo resaltaban las formas ampulosas del edificio. La brisa se transformó en viento, y los árboles, anunciando el otoño, dejaban caer violentamente sus ropajes. Tragué saliva. Una vecina, octogenaria, gafas negras, cabello recogido, profusa joyería, se me acercó sigilosa:

- ¿Viene por lo del apartamento?.

- Sí - contesté.

- No me gusta meterme donde no me llaman, pero sigue ahí. Siento sus pasos, escucho voces. Un apuesto joven, fue el último en visitarla; ella murió esa misma tarde - dijo, misteriosa.

Flemático, fingí indiferencia. Abrumado por el más allá, temeroso, me instalé en mi nuevo apartamento. Una noche percibí una energía, un baile de electrones que sobrevino espectro. Los mismos ojos añil, la misma sonrisa traicionera que habían acompañado mis infernales pesadillas. Ahora vivimos juntos. El apartamento es pequeño y a veces me falta el aire. Tanto amor me está matando, he agotado todas mis reservas de sentido común. Los sábados hay guateque de zombis. Por suerte, ni rastro del apuesto joven. 


©  Xavier Blanco 2011.




___________________________________________________________________________



lunes, 20 de junio de 2011

90 Amores que matan...













"Detective privado o agente secreto": siempre respondía lo mismo cuando le preguntaban que quería ser de mayor. No hablaba por hablar, lo decía serio y convencido, con el cuerpo erguido y poniendo cara de espía, desafiante. Luego pasó el tiempo y el calendario dejó caer sus hojas, que se convirtieron en años y, claro, al final no fue ni una cosa ni la otra. Podía sentirse orgulloso: en la vida había hecho de todo, oficio ninguno, pero el trabajo nunca le había faltado. Era un hombre normal, sencillo, retraído, esquivo tal vez, pero sin pretensiones.

Ahora era diferente. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto. Vivía en una situación de vértigo permanente, en una montaña rusa, sinuosa, que ascendía y descendía a velocidad de vértigo. Sabía que ella lo estaba matando. Pero ya no podía hacer nada, estaba atrapado irremediablemente. Demasiado tarde, ya no podía salir, ¡que carajo!, ni podía ni quería salir.

El cuadro clínico era claro y conciso: ataques de ira, cambios súbitos de humor, trastornos de personalidad, sensaciones de euforia, procesos repentinos de depresión, llanto espontáneo, risa incontrolable, desinhibición, lenguaje soez… Había realizado turismo médico y, con meridiana precisión, los tres galenos que visitó, los tres con bata blanca y mala letra, coincidieron en el diagnóstico: “Tiene usted que dejar de ver tanta televisión. A su edad eso no es bueno para la salud”. Como si fuera tan fácil, ¿que sabrán ellos de la salud?. No bebía, no fumaba, ni siquiera se había casado pues fue siempre muy malo para eso de las mujeres. Si le quedaba algo en la vida por hacer, pensó, era morirse.

Hacía cinco años que se había jubilado y todo empezó como si tal cosa, para pasar el rato. Ahora había días que no se levantaba del sofá ni para dormir; se despertaba al alba y sus párpados caían al amanecer, exhaustos de tantas emociones. El mando a distancia se había convertido en un apéndice más de su cuerpo, en una nueva extremidad, y con un leve movimiento de su dedo índice pasaba del mar a la montaña, del frío al calor, de la risa al llanto, del cielo al infierno... Y así un día y otro mimetizaba aquellos personajes, se travestía y, sin saber el motivo, gritaba, insultaba a la pantalla, explicaba en voz alta sus miserias, respondía en los concursos, lloraba y reía sin parar, en un delirio permanente.

En pleno éxtasis, sintió un dolor fuerte en el pecho y empezó a tener dificultades para respirar. Un frío intenso heló su cuerpo, se notó la piel húmeda y una sensación tenue de desmayo que anunciaba el fin, recorrió su ser. Su corazón latía de manera anormal, su válvula mitral empezaba a fallar de forma irremediable. Era un infarto, lo sabía, lo había escuchado  mil veces en un programa matinal. Antes del último suspiro, cuando ya su cuerpo no respondía a las órdenes del cerebro, su dedo índice tomó vida propia y apretó el botón de apagado, la televisión dejó de emitir y un silencio sepulcral acompañado de un terrible olor a muerte invadió la estancia.

©  Xavier Blanco 2011.

___________________________________________________________________________




sábado, 18 de junio de 2011

89 Sólo palabras...


Te levantas igual que te acuestas, preso de mundos imaginarios. Escribir, solo palabras. Yo quisiera ser artesano, soldador, sastre, un sencillo costurero de monemas. Poder juntar vocablos, pegarlos, acoplarlos, aparearlos, unirlos, enlazarlos, entretejerlos. Ser perito en lunas, que diría el poeta. Titiritero, juglar, malabarista de dicciones. Ser un funambulista, un acróbata, un equilibrista de las letras, balancearme siempre, eterno, entre grafías. Hacer desaparecer comparaciones, eclipsar atributos, deslucir características. Ser un cazador, un domador, un lacero, perseguidor de epítetos, metáforas, alegorías, parábolas. Ser músico, y poder componerlas, una detrás de otra, para que suenen como una dúctil melodía, decir “llora la noche, gime la luna” en clave de sol. Cleptómano, ladrón, cuatrero de signos. Poder ser un mago, un predigistador, un ilusionista de fonemas, y sacar de la chistera alocuciones, adverbios, adjetivos silenciosos. Quizás un payaso, socarrón, burlón, irónico, carcajearme de los vocablos, como ellos se ríen de mí. Mordaz, sarcástico, virulento. 

Crepúsculos colmados de expresiones. El ocaso saturado de fonemas. Amaneceres adjetivados. Solo palabras sobrevolando tu mente. Libres, independientes, emancipadas, autónomas, soberanas, alteradas, desquiciadas, desordenadas, aturdidas. Ácratas. También sin sentido. Palabras crispadas, socarronas, tímidas, mentirosas, astutas, cínicas, tramposas, estafadoras, gráciles, primorosas. Anhelas crear, concebir, engendrar, imaginar, idear, forjar. Inventar historias, versos, poemas, microficciones, leyendas, relatos, cuentos. Universos helicoidales, realidades poliédricas, vidas paralelas. Destellos, chispas, envites, impulsos, fantasías. Pensamientos inacabados.Sólo palabras. 

Si pudiera enfrentarme a ellas, a pecho descubierto, sin abalorios, sin disfraces, sin eufemismos, sin tapujos, yo y ellas en un duelo quimérico. Quisiera ser tantas cosas, escritor, cuentista, rapsoda. Pero sólo soy un aprendiz, un escueto novicio de las letras. Principiante, becario de voces. Un lacónico auxiliar de verbos. Pasante de sílabas. Un seminarista de la literatura. Un simple asistente de palabras. Un mozo en el almacén del vocabulario, burdo, tosco, rústico. 

Las palabras son como la vida: me dan respeto, me someten, me abruman, me zarandean, me incomodan. Estremecen mi ser, me llenan de desasosiego, me turban. Me río, lloro, suspiro por ellas. Me conmueven, me apasionan. Otras veces, demasiadas, las presiento y cautivo del pánico, me invade el miedo. Las palabras son veneno, y también son medicina. Se oscurecen mis ojos. Música celestial. La noche vence al día. Me somete sigiloso el sueño, por fin seré temporalmente un ser dormido, libre, indultado de palabras.


©  Xavier Blanco 2011.
_________________________________________________________


Si te ha gustado, puede que también te guste leer:


60 Solo Papel.



jueves, 16 de junio de 2011

88 Ruido...













 
Otra semana mas, la mirada de Miriam Giménez irrumpe en estas páginas. Hoy sigilosa, silenciosa,  reservada, sin ruido, sin nada que nos distraiga, que nos permita la evasión, el subterfugio, la escapatoria. La realidad es así, como la vemos, como la percibimos, como la sentimos, aunque algunos dicen que todo depende del color del cristal con el que se mira. Sólo me queda una duda, me gustaría saber que música se escondía detrás de esos cascos que llevaba Miriam, ¿qué melodía acompañaba esta reflexión?...




Llevo los cascos puestos. Diréis: “¡habitual!”, pero para mí no lo es y me permite descubrir una forma nueva de mirar el mundo. En el autobús estoy sentada de cara al resto de pasajeros lo cual me permite mirar y obviar el ruido ambiental. Ruido, en su sentido más amplio, según la RAE: “Apariencia grande en las cosas que no tienen gran importancia.”. Miradlo así: sin sonido, las relaciones, las personas, se reducen a lo más básico, -básico en su sentido también más amplio y menos peyorativo, de nuevo según la RAE: “Perteneciente o relativo a la base o bases sobre que se sustenta algo, fundamental”-, es decir, solo permanece lo importante, lo que no es supletorio ni artificial. Cuanta saliva gastamos en mostrar lo que no somos…

© Miriam Giménez 2011.















_______________________________________

Aquí encontrarás mas cosas de Miríam:

miércoles, 15 de junio de 2011

87 Estoy Indignado...


Seguro que lo has visto en televisión, hoy en Barcelona, una minoría, que no se representan nada, ni a nadie, ha estado todo el día generando conflictos, escaramuzas con la policía, zarandeando políticos, bloqueando la entrada al Parlament de Catalunya.  Hoy todos los periódicos, la televisión, las agencias de noticias, las redes sociales, se hacen eco de esos hechos. Ellos, una minoría, tan valientes, tan indignados, tan “puros”,  se han convertido en la noticia. 

De esa forma han conseguido eclipsar lo realmente importante, el debate y la reflexión. Han impedido que hoy la noticia fueran los recortes, los ataques del Gobierno catalán contra la sanidad, la enseñanza, la educación y el medioambiente. Nadie habla de esos recortes, nadie habla del ataque sistemático de los mercados al Estado del Bienestar, a los mas desfavorecidos. Nadie habla de la crisis económica, del recorte de libertades, de los derechos de los trabajadores, nadie. Nadie habla de la dictadura del dinero y menos de la prepotencia de algunos políticos, ni de la violencia estructural con la que el sistema somete a los mas desfavorecidos, condenándolos a una vida indigna y miserable . Hoy no se habla de nada de eso, la noticia son ellos.

Si la acción es un objetivo en sí mismo,  ya hemos perdido el futuro. Ese no es el camino. Menos ruido y mas propuesta. Pensar, reflexionar, compartir y actuar. Estoy indignado. ¿A quién representan?. 
 

martes, 14 de junio de 2011

86 Cosas que pasan...




















A simple vista parecía una noticia intranscendente, una más de ésas que  llenan las crónicas de sucesos de los diarios de provincias. Un lamentable atraco con final trágico, un tema de drogas, tal vez un ajuste de cuentas. Quizás un asesinato a sangre fría, un muerto cualquiera. Todo ello demasiado exótico, demasiado lejano. Observó, de nuevo, el titular. Miró la foto: aquel rostro le era familiar. Leyó una y mil veces la noticia. Tragó saliva. Giró la página, un escalofrío recorrió su cuerpo. Sintió una sacudida, una descarga: su nombre y sus apellidos, empequeñecidos por una gran cruz, eran  los protagonistas de una bonita esquela. No había dudas, el de la foto, el muerto, era él. Ahora lo entendía todo, hacía días que se sentía perseguido, acosado.  La muerte no descansa. Su tiempo había concluido.


© Xavier Blanco 2011.

Relato presentado al juego"el corazón de un micro" en VENDAVAL DE MICRORRELATOS 2011. El juego consistía en hacer un micro que debía comenzar por la frase "A simple vista parecía" y finalizar con la frase "su tiempo había concluido". Os recomiendo entrar en la página, hay verdaderas joyas.



___________________________________________________________________________





sábado, 11 de junio de 2011

85 Callejear...















Me deleita caminar sin rumbo, con el norte perdido. Malgastando el tiempo, que se escapa, que se evade. Eludir la prontitud, escrutar lo eterno. Pasear guiado por un cielo huérfano de estrellas. Ese es el mayor consuelo, perderse infinito y no encontrarse. Rondar el silencio de la multitud. Andar sin sombra que te persiga. Vivir sin hora, lleno de ausencias, de olvidos. Transitar las calles, sólo, omitido. Ser nada, creerme nadie. Sentir la soledad, el abandono, la huída. Recorrer plazas, avenidas, callejones, disuelto, perdido, distante, solo entre tantos. Observar lo que fuimos y lo que seremos. Renovar la memoria, revivir los recuerdos. Transmitir sensatez, prudencia, cautela. Deambular cansino, perezoso. Vagabundear sin destino, hambriento de miradas. Errar buscando rostros que iluminen caminos! Me gusta callejear, perderme, hacerme muchedumbre, que diría el poeta.


© Xavier Blanco 2011.


Este relato ha sido publicado en La Esfera Cultural. 

Haz girar La Esfera, no te arrepentirás.











___________________________________________________________________________

jueves, 9 de junio de 2011

84 Res cogitans y res extensa...(cosas de mis amigos)
















Hoy vuelven a estas páginas los textos de Miriam Giménez. Reconozco que este me ha sorprendido, este texto, esta lucha entre la “res extensa” y la “res cogitans”, entre las substancias corpóreas o materiales y la mente. Entre la naturaleza y esencia de los seres  y el pensamiento (la imaginación, el sentimiento y la voluntad). Entre amor y sexo que dice ella...ahí queda.




Acabo de leer sobre el desencuentro entre amor y sexo. El tema ya fue abordado por Descartes ¿cómo se interrelacionan la res cogitans y la res extensa? Miles de libros, posts y experiencias después, la pregunta sigue en el aire. ¿El ser humano es capaz de subliminar sus deseos a través del amor? ¿Es antinatural pedir ese “esfuerzo” al que, a pesar de la evolución, sigue siendo un animal? ¿Somos tan diferentes hombres y mujeres como para justificar los, estadísticamente, diferentes comportamientos al respecto? ¿Las diferencias, si existen,  se dan en lo genético o en lo cultural? ¿Podemos, debemos, nos hará más felices seguir los dictados de una sola de las “Res”?
© Miriam Giménez 2011.










_______________________________________

Aquí encontrarás mas cosas de Miríam:

martes, 7 de junio de 2011

83 INDIGNADOS...







 - Hola Caperucita. ¿Cómo va la vida?
 - No me puedo quejar. Encontré un empleo en la residencia de ancianos  ”Los Abetos”. Me encargo de la cocina y de las tareas auxiliares de limpieza. El salario no llega a 600 euros al mes,  pero me dan la comida y, lo más importante, me hacen un precio especial por la abuela. Ya sabes, la pobre, nunca se recuperó del susto: el lobo, los cazadores y luego el Alzheimer, allí está bien atendida.
 – ¿Qué sabes del lobo?
 -  Poca cosa. Se cambió de móvil y le perdí el rastro… Llegó la  crisis, su empresa concentró la fabricación y lo deslocalizaron. La última vez que hablé con él trabajaba a turnos, focalizaron la producción y ahora sólo se dedican a hombres lobo, vampiros… violencia, sangre. Ya no interesaba mucho la historia de una niña rubita, vestida con una capucha roja, que lleva la merienda a su abuelita. Esas multinacionales no saben de sentimientos, sólo les interesa el dinero. Son malos tiempos para la lírica. A ti, no te veo en tu mejor momento
 –Si yo te contara: marchó el lobo y nos quedamos sin cuento. Mis dos hermanos emigraron, y hace meses que poco sé de ellos. Yo empecé en la construcción hasta que todo se desmoronó. Y ahora subsisto gracias al desempleo. No dejo de enviar currículums, ir a entrevistas, pero… no es fácil contratar a un “cerdito”, si te enteras de algo, llámame.
 – Qué mundo éste, es para indignarse. Que vaya bien cerdito.
 -  Adiós Caperucita. Los tiempos están cambiando.

© Xavier Blanco 2011.


___________________________________________________________________________





domingo, 5 de junio de 2011

82 Indignarse está bien, pero...¿es suficiente?



Muchos de vosotros me preguntáis, extrañados, por qué no he escrito nada sobre el Movimiento 15-M, sobre los indignados, sobre todo lo que se está moviendo ahí abajo en las plazas y calles de nuestras ciudades. Ya veis que el día a día, la actualidad, la política se van alejando de este espacio, de este blog, que poco a poco invade la ficción. ¿Por qué? No es fácil explicarlo; me cansa la realidad por la que transitamos, me indigna, sí, yo también estoy indignado. Algún día he paseado por la Plaza Catalunya, intentando compartir esa sensación con los allí acampados; he hecho esfuerzos por leer y escuchar. Sigo lo que ocurre en Sol, pero no me acaba de gustar lo que veo. Está bien indignarse, es un buen principio, pero sin acción, la indignación no sirve para mucho. Está bien acampar, decir "basta, hasta aquí hemos llegado", zarandear esta realidad que nos oprime, pero cuando la acampada se convierte en un fin en si mismo, ya no sirve, ya ha perdido toda su fuerza.


Antes de empezar, que quede claro, primero, que estoy indignado y, segundo, que no creo en el modo de producir, consumir y vivir que impone el sistema capitalista -este sistema es malo, muy malo, los efectos de la crisis actual son devastadores,  al fracaso medioambiental debemos unir el fracaso ético, que obliga a millones de seres humanos a vivir en la mas absoluta pobreza-. Por tanto, además de estar indignado soy ANTISISTEMA, así en mayúsculas.

Coincidimos en muchas cosas: la democracia no puede reducirse a su dimensión formal, a las elecciones cada cuatro años, al poder de las instituciones, a la simple garantía de los derechos básicos, a una casta política omnipotente, no… es cuanto menos imperfecto, diría más, es excluyente. La democracia sólo se legitima si consigue mayores dosis de igualdad, si las políticas públicas de bienestar se universalizan y llegan a todos los ciudadanos, si se garantizan el acceso a la sanidad, a la enseñanza, al empleo, a una vivienda digna, a la cultura, al  bienestar de los ciudadanos; si se termina con las desigualdades sociales, si se acaban con los privilegios. Sin esos derechos, la democracia es una estafa, un vulgar timo.

Hay que volver al inicio, hay que recuperar la participación, el poder lo tenemos nosotros, las gentes, los ciudadanos. La crisis actual nos lleva al fracaso, a la debacle, a la fractura infinita entre ricos y pobres.  Hay que comenzar a construir desde las plazas, desde las calles, desde las redes sociales, pero no podemos olvidar que son muchos los que llevan años construyendo un mundo mejor, una sociedad más justa, luchando contra el sistema, limando desigualdades, consiguiendo derechos: las ongs, los sindicatos de clase, las asociaciones de vecinos, las asociaciones de padres, las entidades deportivas de barrio, de tiempo libre, culturales, los cristianos de base… Hay que asumir la diversidad como elemento central de cualquier alternativa, no se puede crear nada en contra de otros, y veo demasiada “pureza” en esas acampadas,  en esos indignados. Hace tiempo que la verdad no tiene dueño, que sobran pócimas milagrosas y salvapartrias.  Todo existe y todo está por inventar. Se trata de sumar, de aunar esfuerzos, no de empezar desde cero. Y que nadie se equivoque,  hay que estar presentes en la calle, en los centros de trabajo, en las escuelas, en la cultura, pero también hay que actuar políticamente, como decía nuestro amigo Gramsci, “las ideas sin organización mueren”, sólo así podremos ofrecer alternativas creíbles. Sí, es cierto, Gramsci también decía que para luchar contra la hegemonía dominante, es necesario “crear una nueva visión del mundo”, en ese sentido,  lo ocurrido es una manifestación clara del ejercicio pleno de ciudadanía. Cuantas más mimbres, más grande y más fuerte será este cesto.

Me acuerdo de Fukushima: ¿alguien se acuerda?. Veo cómo el bienestar y los derechos de los ciudadanos griegos, portugueses e irlandeses se los llevan los secuestradores a los que están pagando el rescate. Presiento que la derecha gobernará de forma omnipotente este país –pero los indignados no votan-. Leo la lista de recortes que nos tiene preparado nuestro amigo Mas, y el Gobierno de los mejores en Catalunya. Escucho a los empresarios y al Banco de España pidiendo recortes a los trabajadores, reformas laborales, reducciones de derechos  y caña a los sindicatos. Veo como se aprueban normas en los diferentes países europeos y normas comunitarias que sólo tienen un objetivo: reducir los derechos de los ciudadanos y de los emigrantes. 

Acampar está bien, indignarse también, pero habrá que hacer algo más si queremos empezar a cambiar el curso de la historia.