Pasan los minutos pero nadie da la orden. Ella sigue con los ojos vendados, no grita, ni siquiera llora. Sólo piensa. Piensa que ya no tiene tiempo para coger el tren que va al mar. Ni para ver morir a su padre. Ni siquiera podrá abrazar a Juan cuando regrese del frente y decirle que sí, que claro que quiere casarse con él. Tampoco podrá contarle la noticia, ni mucho menos acabar los patucos.
Se coge el vientre y piensa que ya no queda tiempo para recuerdos, ni para ilusiones. Ni para nada. Hace frío.
Luego se escuchan unos disparos.
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Algunas veces la vida es eso: un paréntesis, quizás una espera, un cerrar los ojos y dejar
que vuelen los sueños. A veces la vida es eso: un intervalo, una ecuación de
segundo grado, una digresión, un momento, una derivada que tiende a
infinito.
Algunas veces la vida sólo es eso: un arco iris que busca su cielo.
Jo, Xavier, vaya manera de volver... Impresionada.
ResponderEliminarBesos
Magnífica forma de relatar el pensamiento de una mujer que es ajusticiada. Tal vez alguna realizó esos pensamientos tan intensos. El transcurrir del tiempo (la espera). La oscuridad, a la que ya no teme. Pensamientos que la transporta a los seres queridos y las playas deseadas. Ese amor que no volverá a ver ni contarle su preñez. Las cosas inacabadas... el helor que entra en su cuerpo con el ruido que oiremos después.... ella, ya no lo oiría..... ESTUPENDO XAVIER. Me ha puesto los "pelos de punta".... Gracias por esos relatos
ResponderEliminarBienvenido de nuevo. Buen relato.
ResponderEliminarTe echábamos mucho de menos Xavier!
ResponderEliminarUn bonito micro acompaña tu regreso!
Abrazos.
A veces en la vida se abren paréntesis dentro del paréntesis. Y el tiempo se detiene. Gran micro Xavier, encantada de volver a leerte.
ResponderEliminarLo que no hay que olvidar nunca es cerrar el paréntesis... porque hay cosas valiosas y duraderas (como ese hijo de tu cuento) y otras (como ese arco iris) alcanzan su valor en la fugacidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Sobre el micro poco que decir, triste y tremendo, cómo te has puesto en el lugar de la mujer y nos has contado todo. Destaco la voz del narrador, me gusta lo que has conseguido.
ResponderEliminarRespecto a tu reflexión sobre la vida me parece acertada pues le resto del tiempo suele ser poca vida.
Me alegro de que te dejes caer por aquí de vez en cuando.
Y no la hieren...
ResponderEliminarPedón, pero necesitaba un final un poco mejor y más fantasioso. No podía quedarme con toda esa tristeza y dolor en el cuerpo, hoy no.
El silencio atronador que dejó el disparo, la sorprendió sujentado su vientre hinchado. El ensayo había acabado. Me gusta tu vuelta
ResponderEliminarUn abrazo.
Duele Xavier. Mucho.
ResponderEliminarSerá porque ha llegado donde tenía que llegar, y porque se ha clavado.
Un abrazo
Muy triste la verdad. Como la vida misma cuando esta te golpea. Como el tiempo que se gasta y que no vuelve. Como un disparo. Sí. Pum.
ResponderEliminarUn abrazo Xavier.
¿Tiene que ver con la guerra civil?
ResponderEliminar"Un arco iris que busca su cielo", me encanta. Bueno, y todo lo demás.
ResponderEliminarUn abrazo apretao, entre paréntesis.
;)
Demoledor, deja casi más frío dentro que fuera (y hay 3ºC)
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