|Nunca
jamás |
Y
restos de lágrimas en las mejillas, también los zapatos manchados de
barro y el pantalón lleno de jirones. Cada día ocurre lo mismo. Luego llego a
casa y mamá me regaña, pero no puedo decirle la verdad: que todos se ríen de
mí, que me tiran piedras y no me dejan jugar con ellos. Porque llevo gafas y
porque soy gordo. Es por eso. Ya no volverá a ocurrir, esta mañana cogí la
escopeta vieja del abuelo. Esa de la guerra. Funciona. Seguro que hoy mamá se
enfada, no le gusta que me manche las camisas. Siempre dice que la sangre se
lava muy mal.
© Xavier Blanco 2013.
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Con este texto participé esta semana - sin éxito- en el concurso de Relatos en cadena Ser. La frase obligada de inicio "Y restos de lagrimas en las mejillas" pertenece al micro ganador de la semana anterior "Películas", de Yolanda Nava. Amiga y gran escritora. Aquí podéis acceder a su Blog "Mis historias".
Un relato duro, con un poso muy USA, que da mucho más de sí de lo que cuenta. Queda un poco impostado por el "Y" de inicio, pero eso es inevitable.
ResponderEliminar¿Qué tal, Xavier?
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que el "y" de inicio molesta, pero así es el concurso, ¿no? También el poco tiempo se nota en este cuento. Quedó algo flojillo, dicho con cariño. Es un relato hecho de oído, de alguien que sin duda sabe tocar bien el instrumento de la lengua. Pero de oído, a fin de cuentas.
Saludos.