Estos son aquellos regalos que
llegan sigilosos en la noche, como las chocolatinas que dejaba el Ratoncito
Pérez cuando se me caía un diente. Como las primeras olas del verano. Stefano Valente ha traducido -al italiano-
mi micro "Era ella" y lo ha publicado en su blog Il
Sogno del Minotauro. Os recomiendo visitar su Blog, está lleno de grandes amigos. Gracias Stefano.
Era lei
Lo giuro. L’ho
veduta stamattina, non ho alcun dubbio. Viaggiavamo insieme nello stesso vagone
del treno. L’ho sentita vicino. Non l’ho persa di vista. Lei non ha notato la
mia presenza. Quegli occhi, quello sguardo. Era lei. Sono sceso dal treno alla
prima fermata. La mia paura l’ha incuriosita. Si è messa a ridere. Sono passate
sei ore e sento ancora il panico nel corpo. Continuo a vagabondare sulla
banchina ferroviaria. Non so dove mi trovo. Tranquillo, fermo, da nessuna
parte. La differenza tra la sorte e la morte è solo una lettera. Ve lo
assicuro. Era lei.
El micro, en castellano
Era ella
Lo juro. La he visto esta mañana, no tengo ninguna duda. Viajábamos juntos en el mismo vagón de tren. La sentí cerca. No la he perdido de vista. No ha reparado en mi presencia. Esos ojos, esa mirada. Era ella. Descendí del vagón en la primera parada. Curioseó mi miedo. Se reía. Han pasado seis horas y todavía tengo el pánico en el cuerpo. Sigo deambulando por el andén. No se dónde estoy. Quieto, parado, en ninguna parte. La diferencia entre la suerte y la muerte es sólo una letra. Os lo prometo. Era ella.
No es mucho mejor lo que me producen cualquiera de los grandes cuadros de Munch o de Bacon. A la altura.Cuando se te lee, es un estado parecido al de la contemplación pictórica. Es un diálogo entre tú, yo y el texto. Esa conversación extraña que carece de significados y significantes pero enteramente legible. Un misterio
ResponderEliminarAcogotante en grado sumo. Enhorabuena por la traducción.
ResponderEliminarQué satisfacción, ¿no? Un magnífico regalo. Hay que ver cómo te expandes...
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Me gusta mucho cómo suena en italiano. Enhorabuena. Me alegro de que tus relatos crucen fronteras. Más si es de la calidad de este.
ResponderEliminarBesos
Felicidades, Xavier (o tengo que decir Xavierino?). El relato lo merece y es bueno tener un micro tuyo cerca del Vaticano, por si sirve.
ResponderEliminarMuy bueno Xabier. El final me encanta. Felicidades por moverte más allá de nuestras fronteras.
ResponderEliminarSaludos.
En italiano es tan inquietante y bello como es español. Ya eres internacional. Lo que te mereces. Un abrazo.
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