En el geriátrico
Para
el Marcelino unos hijos o unos sobrinos, aunque vivan lejos y solo puedan venir
a visitarlo por quincenas. Que le toquen las mejillas y le acaricien el
cabello. De los que traen pastelitos y recuerdos. Muchos recuerdos. A la Manuela
unos ojos, unos ojos azules para que pueda ver el mar. También el cielo. Un corazón al Eulogio y una caja de mariposas
para el estómago. Que la vida lo trató muy mal. Calmantes para
atenuar tanta soledad y tanto día roto. Y lluvia, mucha lluvia, que sea de
besos. Mejor chaparrones. Y el olor a hierba mojada. Y algunas golosinas. Eso
para todos. A mí una peluca azul y una nariz de payaso, para sacarle una risa a
la Rosario. Grande, una risa grande. Que nunca lo consigo. Eso es todo
© Xavier Blanco 2013.
Cuánta soledad y cuánta ternura hay en esta carta. "Eso es todo" y es mucho lo que pides y está muy bien contado.
ResponderEliminarUn abrazo
Algunos acudimos de vez en cuando a este abrevadero de palabras donde sabemos que seguro vamos a aprender. De las palabras y la forma. De cómo juegan a fundirse una detrás de la otra
ResponderEliminarHe pedido una medida sin medida de musas en conserva para ti. Veo que puntual a su cita, los Reyes han pasado dejando ingentes cantidades de buen hacer, reflejos y prosa exquisita.
ResponderEliminarMe alegra leerte. Me gusta. Un abrazo.
Precioso tu comentario, Albada2.
EliminarUna excelente imagen para responder a semejante maravilla. Te felicito.
Has pedido lo que realmente se necesita para llevar una vida más vida. Los regalos con lazito y todo que se los quede el Corte Inglés. Absolutamente maravilloso. Ya te lo comenté en FAcebook. Las dos cartas que escribiste, de premio. Un abrazo.
ResponderEliminarPor favor, ¡cuánto vacío palpo entre estas palabras, Xavier!
ResponderEliminarEs una belleza, realmente, una enorme belleza. Adoro tus palabras, tan simples, tan cargadas, impregnadas de imágenes que se te clavan en la mente y en el pecho como esquirlas que no me preocupo en remover.
Gracias por estar ahí, Xavier. Gracias.
He empezado por esta carta, Xavier. Y luego leeré la otra. Has dotado a tu carta de la magia de los sentimientos y de las cosas que no podemos comprar, por ejemplo, la caja de mariposas en el estómago para el Eulogio y sobrinos para el Marcelino. Y cubres el escenario con una lluvia de besos, o mejor chaparrones. La nariz de payaso, no sirve en estos casos, ¿sabes por qué? porque hay que comprarla y a veces se desata el nudito. Mucho mejor veo yo una cartulina "papiroflexada" en gaviota que surque los océanos y los mares, y te devuelva esa sonrisa y esa risa que tanto te llenarían por dentro.
ResponderEliminarUn abrazo por esta carta tan bonita, Xavier.
Que bonita carta. Enhorabuena Xavier. Me ha encantado el fondo y la forma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso y muy tierno.
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