|El
tonto de Lucas|
¿Qué hace ahí fuera Lucas arañando la ventana? – balbucean todos. Los niños
se miran asustados, en silencio. Recuerdan, sin decirlo, los cromos que nunca le quisieron cambiar y los
partidos que pasó sentado en el banquillo. Todos. También sienten las burlas, los
insultos que le propinaron y las collejas en el parque. Como aguijones. Incluso el maestro parece que
se arrepiente de los suspensos que le puso. Infinitos. A la misma hora, Braulio, el sepulturero, maldice
su trabajo al comprobar que hay una lápida abierta y un ataúd sin cadáver. Luego,
en el colegio, se escucha un sonido de cristales rotos.
© Xavier Blanco 2012
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Con este texto participé esta semana - sin éxito- en el concurso de Relatos en cadena Ser, a partir de la frase "¿Qué hace ahí fuera Lucas arañando la ventana?". Una gran amiga, Mònica Sampere ha sido la ganadora semanal, con un micro extraordinario "Benefactores".
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Con este texto participé esta semana - sin éxito- en el concurso de Relatos en cadena Ser, a partir de la frase "¿Qué hace ahí fuera Lucas arañando la ventana?". Una gran amiga, Mònica Sampere ha sido la ganadora semanal, con un micro extraordinario "Benefactores".
Yo, con frecuencia (lo cual no me augura nada bueno) diverjo en mis gustos de los del jurado de ReC. Hoy, como siempre, me ocurre lo mismo.
ResponderEliminarTe lo tengo que decir: prefiero el tuyo, después de haberlos leído todos en casa de Laura, of course
No participo en Rec, pero disfruto mucho leyendo todos los micros que da la dichosa frasecita. El tuyo me gusta.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Buenos días Xavier. Es curioso hasta dónde puede llegar el arrepentimiento cuando el mal ya está hecho. Ese "recuerdan en silencio" es como la voz de la conciencia que les dicta que nunca debieran haberle tratado así. Pero irremediablemente, el ser humano, trata a las personas según las circunstancias de su vida y según le viene en gana. Luego, a veces, no hay tiempo suficiente para ser perdonado. Los cristales rotos...me traen algunos recuerdos que leí por aquí.
ResponderEliminarMe gusta mucho y creo que habrá estado entre los micros finalistas. Una pena que no publiquen una lista con los seleccionados finales antes de elegir a los tres.
Un abrazo Xavier. Espero seguir leyéndote a lo largo de este año.
Pues el tuyo hubiera sido digno finalista. A mí me gustó ese ritmo de frases más o menos largas seguidas de otras muy cortas, como aclaratorias, definitorias de la situación...
ResponderEliminarFeliz 2013
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Creo que todos (o casi) hemos tirado de un Lucas muerto. Parecía lo más lógico. Habrá que ver qué hace ahora mamá con la pistola. Buen intento el tuyo, Xavier. Te lo dije y te lo repito: te meterás en la final de nuevo, te meterás. Y sí, tienes razón, cuando gana un amigo o conocido, la derrota (si es que puede llamarse derrota) es mucho más dulce. Abrazos y feliz 2013.
ResponderEliminarDios! esa imagen de "Salem's Lot", me ha perseguido durante años, uf. Je je.
ResponderEliminarUn abrazo Xavier. Nos vamos leyendo.
Ha sido mi pesadilla durante años y años. Lo tengo que decir.
EliminarTal como comentaba en las Realidades de Víctor, esta semana la frase de inicio empujó a la inmensa mayoría al terror. ¡Pobre Lucas!
ResponderEliminarConcuerdo con Luisa en cuanto a que a mí, tu micro, me gusta más que alguno de los finalistas; pero esto es algo que me pasa casi todas las semanas.
Un abrazo,
Me gusta Xavier. Y mucho. Entre las opciones de muertos y gatos como personaje para el nombre de Lucas, este micro tuyo me ha llegado a estremecer.Un poco en la conciencia de no dejar perder la ocasión de hacer lo mejor.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año.
Se percibe la venganza... Hasta ahora, casi todos los "Lucas" que he leído son bastante terroríficos. Me gusta mucho el tuyo; como siempre, destaca la calidad de la narración.
ResponderEliminarA mí, esta semana Lucas no me inspiró. A ver si esa madre con la pistola me dice algo.
Un abrazo.
Una curiosa mezcla entre "The Walking Dead" y la página de sucesos de un periódico estadounidense. Interesante relato para abordar el bulling.
ResponderEliminarXavier,
ResponderEliminarHe llegado a tu blog por casualidad; me llamó la atención el nombre.
He decidido quedarme -me han hecho gracia tus post. Eres imaginativo y un hombre-concurso como yo. Digo yo que ¡algún día nos llegará la tacita de café!
Muy bueno tu microrrelato, máxime si tenemos en cuenta que la frase inicial, nada tenía que ver con el desarrollo narrativo que le has dado: enhorabuena.
Te invito a mi blog, sería un honor que ocuparas uno de sus sillones. Gracias. Saludos, Ann@
PD. http://annagenoves2012.blogspot.com.es/
Vaya por delante que aprecio muchísimo cómo escribe Mónica, pero este relato tuyo es otra vuelta de tuerca. En principio,a la frase
ResponderEliminardel comienzo, que ya era todo un reto,la has domesticado y la has conducido por caminos que hacen de todo él ese estilo MODERNO tan difícil de conseguir. Entre lo cinematográfico y el boceto. Y por eso me gustan. Lástima si a veces no lo aprecian
Muy bueno, como siempre. Sabes sacar de donde no hay y aunque la frase ya se las traía y casi te obligaba un poco al tema del niño fantasma, tú siempre te sacas de la chistera una segunda vuelta y rizas el rizo y nos dejas pasmados. Ahora, una cosa te digo, que le estoy tomando un miedo al Lucas... Una abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno, primero la sorpresa-miedo de niños y maestro, y después la rabia del sepulturero(por cierto, me encanta el nombre que le has puesto, con todos mis respetos a quienes se llamen así, es apropiado para un sepulturero)que cierra de forma magistral la historia.
ResponderEliminarMi aplauso y un abrazo, maestro.