|El perro de papá|
Desde entonces papá ya nunca juega con él. Pluto corretea a su alrededor, salta, ladra, y al
final se queda tumbado en el felpudo. Pero nunca ocurre nada. Mamá, cada mañana, le pone una camisa y esa corbata que le ha
comprado. Luego, con nuestra ayuda, lo sienta en el sofá. Ella se viste con faldas de colores
y ya no se pinta los labios de
mercromina, ni llora después de cenar. Papá, sin aquel grito ronco, sin mirada
que asuste y con la baba entre los labios, parece otro. A ella le gusta así,
tan indefenso, tan callado, tan poca cosa. Tan persona. Eso dice.
A nosotros también.
A nosotros también.
© Xavier Blanco 2013.
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Con este texto participé esta semana - sin éxito- en el concurso de Relatos en cadena Ser. Ahora habrá que descansar y esperar a que regrese el concurso en septiembre. Este año la final anual está llena de grandes amigos y amigas: David Figueroa, Migueangel Flores, Mar Horno, Mònica Sampere,Yolanda Nava...Menuda final.