Conducía por un camino secundario, observé la
señal: “Peligro, animales sueltos”, de pronto una bandada de unicornios alados
surcó el cielo.
NOTA: Algunas veces el reflejo del sol engaña, nos deslumbra, y la carretera se convierte en un espejo, en un sueño onírico, en un espejismo. Puede que fuera eso, pero los había de todos los colores y pelajes: dorados, púrpuras, carmesíes, escarlatas. Pasaron como una ráfaga, como un relámpago, como una bala camino del horizonte.
NOTA: Algunas veces el reflejo del sol engaña, nos deslumbra, y la carretera se convierte en un espejo, en un sueño onírico, en un espejismo. Puede que fuera eso, pero los había de todos los colores y pelajes: dorados, púrpuras, carmesíes, escarlatas. Pasaron como una ráfaga, como un relámpago, como una bala camino del horizonte.