Mostrando entradas con la etiqueta LO PEOR DE HACERSE MAYOR. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta LO PEOR DE HACERSE MAYOR. Mostrar todas las entradas

martes, 16 de agosto de 2011

135 Lo peor de hacerse mayor /1














La cigarra y la hormiga.

Hay cosas que no olvidas nunca en la vida. Seguro que ya no te acuerdas de las  veces que te indicaron en tu niñez esa famosa fábula de Esopo  titulada “la cigarra y la hormiga”: que si es mejor ser hormiga, mejor prevenir que lamentar, que hay que esforzarse como esa afanosa obrera, que hay que ser previsor… ¡Qué pesadez!,  llegas a odiar a esa maldita hormiga. Esa cantinela te persigue durante años y, claro, como no tienes ni pajolera idea de que existió  ese señor Esopo, pues crees que eso es cosa de tu madre, o del maestro, o lo que es peor, del santísimo, porque los curas también son dados a las moralejas, a las historietas  y a los cuentos chinos. Sí, todo muy bonito, muy idílico, muy políticamente correcto, y cada vez que te sentías cigarra te entraba un miedo, una sensación extraña, como si estuvieras lapidando un mandamiento divino, como si la varita del maligno hubiera tocado tu contorno. 


Pero la vida sigue, te haces mayor, y descubres que las cartas estaban marcadas, que el truco era muy malo y ves rápidamente el embeleco. Resulta que la cigarra adulta tiene un periodo de vida entre cuatro y cinco semanas, vamos que no le da tiempo a morirse de hambre, y que ya sería mala suerte nacer en invierno; y que la hormiguita diligente vive entre uno y cinco años, pues eso: “ora y labora”. Descubierto el artificio,  uno se pegunta: ¿quién resarce a la cigarra de este escarnio eterno?,  ¿quién le quita esa difamación, ese sambenito de vaga, de despreocupada, de parásito, de mujer disoluta entregada a los placeres mundanos, a la fiesta permanente? Nadie contesta, y se te queda cara de tonto. Qué injusta es la vida, mucha envidia es lo que hay, y mucha hormiga obrera. Y el Esopo ese que se lo haga mirar.


©  Xavier Blanco 2011