Se levantan cada mañana. Se asean, se
visten, besan en la frente a sus hijos y marchan sigilosos cerrando la puerta.
Parecen felices. Transitan contando cada paso que dan y suben uno a uno los
escalones. Nada parece verdadero, pero todo es real. Ya en la cumbre, avanzan
hasta el acantilado y se lanzan al vacío. En la lejanía un hombre - sólo uno-
emboscado de riguroso negro, tensa su arco y, como en un ritual mil veces
ensayado, dispara una flecha, luego otra… Algunas veces acierta y los cuerpos caen
abatidos. Nadie grita, nadie llora. Siempre igual, un día y después otro. Luego
regresan y la vida sigue su camino, ahí, en ninguna parte.
© Xavier Blanco 2012.
© Xavier Blanco 2012.
Una visión de la vida y la muerte. Me gusta que solo uno, un hombre de negro tenga el poder de abatir a los que se lanzan al abismo.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Descrito de una bella y poética manera.
ResponderEliminarSi, algo así es la rutina.
Un abrazo, Xabier.
Una metáfora de la rutina que la vuelve singular. Me gusta cómo lo has contado, tan fuera de lo cotidiano; desbordando límites para encauzarlo al final: "ahí, en ninguna parte".
ResponderEliminarUn abrazo, Xavier
Muy buen micro.
ResponderEliminarMe recordó al párrafo que le agregó Cortázar al poema "Los amantes" de Girondo:
"Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son".
¡Un saludo, Xavier!
¡Qué acertado el comentario de Sergio!. Me ha gustado tanto como tu micro de rutinas. Igualarte a Cortázar es muy difícil amigo Xavier, pero he de decirte que esas metafóricas rutinas que describes están construidas desde una inteligencia lingüistica que admiro. Mucho.
ResponderEliminarBesos admirados.
Sin embargo la rutina puede estar llena de mil detalles, a mi hay rutinas que me gustan mucho, de otras ni me entero, día a día como muerta.
ResponderEliminaraBrazos
Curiosa tu rutina Xavier, y ese hombre de negro con sus flechas acertando a los suicidas, para después regresar a su camino, a ninguna parte. Sorprendente.
ResponderEliminarUn saludo desde mi mar,
La cantidad de gente que vive sumergida en la rutina, muertos pero en pie. A veces intentan caer al vacío y volar, pero normalmente se estrellan y vuelven a sus vidas. Como siempre, magnífico. Un abrazo.
ResponderEliminarLa rutina crea robots, mata libertades...y sin embargo...
ResponderEliminarUn saludo.
Rutinas encadenadas que configuran actos repetitivos de ser y de sentir, con la mirada puesta sobre el vacío existencial, en la búsqueda de una autenticidad que ya no existe.
ResponderEliminarDuro, muy duro...Lo cotidiano a veces se convierte en excepcional.
ResponderEliminarBesicos
Jope pero... ¿tú no escribías sobre el circo?
ResponderEliminarEs muy bueno y es muy duro, vamos, que puedes escribir lo que quieras: te doy permiso.
Jajaja
No me hagas ni caso, solo sigue como y cuando quieras, Luisa