domingo, 12 de diciembre de 2010

06 Mi Psicoanalista.



Se acomodó y, antes de cerrar los ojos, miró por la ventana: la ciudad se movía incansablemente. Dejó caer sus párpados, deseosa de escuchar aquella dulce voz que tanto la tranquilizaba. Él hablaba y hablaba de las cosas más sencillas, de los sentimientos más básicos, de la vida misma. Ella sólo escuchaba. Alguna vez movía los labios de forma casi imperceptible, dibujando una leve sonrisa, un tenue "sí", un suspiro.

Una estridente sirena  rompió su sueño. Volvió a mirar por la ventana. Una hora después su tiempo había finalizado. A lo lejos, su hija movía los brazos ostentosamente dibujando en el aire un "es lunes y ha venido mi madre a buscarme". Pagó la carrera y se despidió de Juan, el taxista, con un lacónico adiós.

Durante años él la había llevado, cada lunes, en su taxi al psicoanalista. Pero un día descubrió que lo que realmente le reconfortaba  era ese momento. Cambió de terapia y ahí sigue, cada lunes, desde el taxi auscultando su ansiedad.


MICRORRELATOS, FÁBULAS,  PARÁBOLAS, CUENTOS, HISTORIAS...
“Los microrrelatos son una apuesta por la literatura futurista cuyas innovadoras técnicas responden a las exigencias de un mundo más moderno, donde el tiempo es plata y la prosa breve es oro (...). Se trata de una literatura que está muy cerca de la prosa poética y que, al mejor estilo de los haikus, se parece a un félido veloz y cimbreante, constituido más por músculos que por grasa.” (Víctor Montoya)

Espero que os guste....


3 comentarios:

  1. Ja ja, me ha encantado Xavi, donde este un buen amigo que te escuche ( en esta caso el taxista) que se quiten los lokeros argentinos, donde va a parar. Con perdon para los lokeros argentinos.
    Un abrazo amigo.
    Ovi.

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  2. Bueno, supongo que hay veces que el mejor psicoanalista es simplemente alguien que nos acompañe. Hay mucha soledad.
    Ahora, eso sí, yo tampoco creía demasiado en la psicología hasta que vi como un psicólogo acabó con el silencio de una chica de 17 años, que llevaba días y días encerrada en una habitación sin hablar, en 15 minutos. Y otros lo habíamos intentado durante días... desde entonces cambié de opinión, ni que decir tiene.
    Pues nada, ya acabé con tus micros.
    Otro día a por otra sección, que ahora no tengo tiempo para más.
    Si te interesa con que gusto me voy es con el de historias reflexionadas y prosa cuidada.
    Saludos y enhorabuena.

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  3. Hola amigo Sibreve.
    Gracias por leer los microrrelatos y especialmente por los parabienes, estos ánimos ayudan a seguir. Sabes que esto de escribir necesita aliento y especialmente compañía.
    Uno escribe para disfrutar, para decir cosas, para susurrar, pero sobre todo uno escribe para ser leido, para crear sensaciones, ideas, sosiego, también reflexión y algunas veces tristeza, desesperannza, incluso amargura. Pero eso es la vida la suma de sensaciones, casi siempre antagónicas.
    Espero verte pronto por aquí, y especialmente espero seguir comentando tus reflexiones.
    Un abrazo

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