Dibujo: Fernando Martínez
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Yo
la abrazaré bien fuerte y me la llevaré conmigo, como
hago cada tarde, para que no se rían de ella, ni la insulten por su pelo sucio,
sus zapatos desvencijados y ese olor a miseria que exhala. Después, los dos
juntos, arrastrando el carrito lleno de recuerdos y comida caducada,
iremos a recoger a mi hermana a la escuela.
Mamá no habla, pero hoy su cara indica alegría: ha encontrado en la
basura un abrigo rosa de la talla de la pequeña. La niña murió hace meses, pero ella susurra que sigue viva,
que el hambre la hizo invisible. Con gestos me señala que le quedará grande de
mangas.
© Xavier Blanco 2011.
La última final semanal de REC la ganó Fernando Martínez, con su micro "la cena es a las nueve". Fernando es un buen amigo, y le prometí que está semana escribiría algo con su frase de inicio. Aquí lo tenéis. El dibujo que ilustra la entrada también es de Fernando, que además de escritor es un ilustrador impresionante, sólo tenéis que pasar por su Blog Espirales de tinta y comprobar lo que os digo.
Qué triste, qué hermoso
ResponderEliminarMe dejás muda, Xavier. Lo he leído varias veces por el sólo placer de leer algo extraordinario...
ResponderEliminarUn abrazo admirado.
No he tenido ocasión de decirte cuanto me ha gustado este microrrelato, así que lo hago por aquí. Nos dibujas motivos posibles de la miseria a lomos del amor del hijo que se esfuerza en entender las acciones de una madre que ha quedado vacía, que perdió parte del alma y toda la razón a la vez que a su hija.
ResponderEliminarEmotivo, visual, crudo y tierno a la vez.
Demuestra que en los concursos además de la calidad influye mucho la suerte.
Gracias Xavier, para mí, este texto es un regalo.
Xavier, cuanta melancolía, tristeza y pesadumbre refleja este micro en el que a la madre su locura es lo único que le sigue alimentando para vivir. Me gusta el ambiente que recreas.
ResponderEliminarComparto lo que dices sobre Fernando, la ilustración es prueba de ello y sus micros también.
Un abrazo.
Pérdida, tristeza, locura... a mi me inspiró lo mismo esa frase de inicio. Qué bien lo cuentas, Xavier. Qué bien fluyen en ti las palabras. Y lo mismo digo de Fernando con sus textos y dibujos.
ResponderEliminarEnhorabuena a ambos.
Abrazos por duplicado.
Emotivo, muy visual y muy duro también, este micro Xavier.
ResponderEliminarMuy buen intento.
Besitos
Quizá deberías esconder más las razones...
ResponderEliminarPor ejemplo, sustituyendo "La niña murió hace meses, pero ella susurra que sigue viva, que el hambre la hizo invisible", por "Susurra que el hambre la hizo invisible". Es menos explicativo, sugiere las cartas sin mostrarlas... Pero ya sabes que el ojo de todo comentarista/lector está mediatizado por un velo de interpretación subjetiva. Lo que es bueno para uno no lo es tanto para otro.
Abrazos.
¡Oh Xavier!, precioso tu micro, de verdad. Sugieres la imágen y puede leerse de un tirón y sin respirar. Al terminarlo, quería volver a leerlo y lo he hecho. Me ha gustado mucho "el hambre la hizo invisible". Reconozco el esfuerzo que hay detrás de estas frases y creo que sería justo que publicaron el puñadito de los treinta o cuarenta que quedaron en puertas de mención. Sin duda estarías entre ellos. ¡Voy a proponer que publiquen la lista!. ¿Que les cuestan unas pocas líneas añadidas a los finalistas?, ¿acaso no crearía más emoción?.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades a tí, y a Fernando por esa muñeca con abrigo.
Joder, Xavier, me has roto.
ResponderEliminarSólo puedo aplaudirte, y hacer que te lean.
Un abrazo,
Hola a todos, y gracias por los comentarios.
ResponderEliminarEmpiezo por Odys. Alberto me parce muy interesante tu apreciación, como indicas puede que quede demasiado explícita la muerte de la niña y la demencia de la madre...
Amando, te echaba de menos por esta páginas.
Patricia, Pedro, espero alguna crítica -constructiva- en algún texto. Seguro que podéis.
Sara, Nicolás, Elisa, ese es el camino del micro, tristeza, melancolía, locura, la que crea la pérdida irreemplazable de una hija, aderezada con la miseria, el hambre y la calle. Todo visto desde los ojos de un niño, que quiere entender a su madre, porque es lo único que tiene.
Laura, los concursos, complicado tema, hacía semanas que no enviaba nada a Rec, pero que ganara Fernando me ha obligado a hacerlo, podrían hacer una lista de menciones, pero...ahora es mas fácil consolarse, todos creemos que el nuestro fue el cuarto, pero si publican la lista con los treinta finalistas, vaya desilusión si no estás...
Fernando, gracias por el dibujo, esa muñeca es una ilustración perfecta para el micro, proque la madre es sólo eso, la sombra de la hija, rota por las penurias y los avatares de la vida.
Un abrazo
De los que has presentado a ReC es de los que más me ha gustado. La indigencia retratada con algodón de azúcar. Es duro, tierno, terríble. Menuda mezcla logras hacer. Bueno tú siempre logras moldear lo que quieras, hasta el acero para lo barcos. El dibujo de Fernando, perfecto. Un abrazo muy muy animoso.
ResponderEliminarPues por ahí me pasaré. Besos!
ResponderEliminarQuejica
http://soyquejica.blogspot.com
Creo que el apunte de Odys es muy acertado, pero no puedo dejar de decir que este micro, por su sensibilidad social y humana, y la manera de contarlo, sin dramatizarlo en exceso, a mí, me ha cautivado.
ResponderEliminarMar, gracias por el comentario, esa era la idea, ver esa terrible realidad desde los ojos de un niño.
ResponderEliminarQuejica, pasa por casa de Fernando, disfrutarás.
Maite, gracias por el comentario. YA se lo comenté a Odys, su comentario es muy acertado.
Un abrazo
Te dejo mi saludo navideño: mis coplitas. Un abrazo.
ResponderEliminarCOPLAS DE NAVIDAD
En Belén nos nació un niño...
cuando hombre, murió en la Cruz.
¡Esperanza dio a la Tierra;
al corazón, la luz!
Su mirada, de ilusión;
su nariz, con un lunar;
sus cabellos, de ensueños
y su boca, para amar.
Sus manitas regordetas
con deditos sonrosados
ya nos dan su bendición.
¡Somos sus seres amados!
¡El Niño duerme feliz!...
Un buey le cuenta secretos,
la vaca le dice muuu
y un gallo se queda quieto.
Mientras duerme el Niño Dios,
María lava pañales,
San José ordeña una cabra
y ahuyenta todos los males.
Llegan todos los pastores,
a adorarlo, desde el cerro.
Traen leche y corderos,
pan crocante y un cencerro.
Para él, los pájaros trinan,
se oyen alegres gorjeos.
Los grillos hacen cricrí
y a las cigarras no veo.
La estrella en Belén titila,
al Niño quiere anunciar.
Unos sabios Reyes Magos
ya la siguen sin parar.
Adoran al Niño
María y José,
todos los pastores,
los Reyes también.
Marta Alicia Pereyra Buffaz
Morteros, 14-12-03
Xavi, impresionante. Menuda joya ese "el hambre la vuelve invisible", toda una válvula de escape para que esa madre no se vaya tras la niña. Precioso. Y la ilustración... Jolín, pues que cada vez estoy más orgulloso de todos vosotros, y de pertenecer a este grupito de locos y locas.
ResponderEliminarY ya que tienes hambre de crítica, Xavi, yo quizá encuentro que desentona el título, no con la ilustración, que queda perfecto, si no con la historia. Realmente me hizo dudar y pensé que hablaba de una muñeca, luego pensé que la muñeca era la hija muerta, y finalmente resulta que la rota es la madre, pero no creo que sea muñeca. Muñeca quizá la hija narradora.
Venga, no pedías crítica?
Un abrazo, company.
Marta, bienvenida al caleidoscopio, y gracias por esas coplas. Mis mejores deseos.
ResponderEliminarMiguel Ángel, yo también me siento orgulloso de pertenecer a este grupo de locos por las palabras. Y además el jueves tenemos encuentro.
Sobre el título, le di vueltas,pero yo si que lo veo, esa madre es una muñeca rota, la muerte de su hija la ha convertido en eso. Su mente quebrada es la de una niña ingenua, ilusa, y cada día va a la escuela a recoger a su hija y le habla, y le enseña los juguetes que encuentra en la basura. La hija narradora es una niña adulto, es la que sigue la corriente a la madre para que no se tire a la vía detrás la pequeña. El dibujo de Fernando, una maravilla.
Un abrazo