Dedicado a todos los que no quieren girar dentro de la pecera.
A los estudiantes de Valencia, a los que se parten la cara impidiendo desahucios,
a los que luchan por un presente diferente, a los que están cansados de tanto recorte hipócrita
y a los que creen que un mundo mejor es posible.
Alborea un nuevo día y
el mundo gira, antojadizo, suspendido en las aristas del firmamento. Puede que
el Infinito sea convexo y distorsionado como una pecera habitada por
peces estrella. Especular que ahora, en este intervalo
imperceptible de tiempo, la luz irisada de un sueño se enluta de forma
definitiva y un niño recién nacido deja de llorar extinto en el barro. Tal vez
esa luminosidad exánime sólo sea el destello de un proyectil que hurga esquivo
buscando su diana: la bala perdida de un niño soldado que mata a su hermano en
una guerra ignorante. Mientras eso ocurre, los arpegios del viento soplan
enemistados en la lejanía, en ese lugar donde la miseria engendra larvas
de podredumbre. Es ahí donde realidad y pesadilla interseccionan, y el ser
humano, convertido en monstruo, se marchita reptando solícito en el fango de su
insolencia. No importa, sólo son imágenes retenidas en la trastienda de
nuestras retinas -quizás molestos fotogramas de memoria-. El planeta rota y seguimos
absortos saboreando el aroma del café, observando como nuestras mentes se
anegan entre tantas concomitancias. Ahí sentados, inhalando comodidad, el
Cosmos se refleja diminuto en la cucharilla. Seguro que podría ser de otra
forma, pero hoy anochecerá y el mundo girará antojadizo suspendido en las
aristas del firmamento. Esas volutas de café nos envuelven, nos narcotizan,
pero las olas de la lejanía regresan cada mañana y desgarran nuestra orilla. Escondidos
tras el horizonte, seguimos rebuscando desesperados una tabla, algo donde
asirnos, aunque sólo sean los restos de un naufragio. Un día nos despertaremos
y el mar se habrá tragado la muralla. Sólo nos quedará la pecera y nosotros, en
su interior, girando solícitos como peces estrella. Puede que solo anhelemos
eso. Desde adentro el mundo se percibe diferente: convexo y distorsionado.
© Xavier Blanco 2012.
Maravilloso, Xavier, como siempre.
ResponderEliminarAmando, es un placer compartir mis textos contigo. Tú eres de los que hace tiempo saliste de esa pecera, y nadas a contracorriente. Es un placer acompañarte.
EliminarUn abrazo amigo.
Tal como estamos, casi mejor fabricar nosotros mismos la tabla que buscarla.
ResponderEliminarBesos!
Quejica
quejica, ellos ya se encargan cada día de hacernos naufragar, de pisotear el presente de la gente, de lapidar nuestro futuro. Otro mundo es posible, pero habrá que fabricarlo sin ellos.
EliminarUn abrazo
Xavier,
ResponderEliminarCon tu prosa y lenguaje infinito me haces partícipe de una microsensación que no es micro, que es macro y que me deja como si hubiera hecho una maratón en el breve lapso de tiempo que me ha llevado leerla.
No te comentaré nada más porque al ser sensación prefiero sentirla. Y volveré a leerla otra vez más adelante, seguro.
PD: Gracias por la referencia querida o no de "Escondidos tras el horizonte, seguimos rebuscando desesperados una tabla, algo donde asirnos, aunque sólo sean los restos de un naufragio". Sea como sea me ha hecho mucha ilusión.
Abrazos
Xesc, en mi caso, cuando escribo, lo que hago es dar vida a las olas de mi memoria, y tu formas parte de ella. Gracias por el comentario, el objetivo es ese: escribir y pensar, este arma de las palabras tiene un valor infinito, por eso también quieren recortarla y quedarse la educación y el conocimiento para ellos. El saber nos hará libres, y la libertad es el único camino para romper tanta cadena que nos atenaza.
EliminarUn abrazo Xesc, el viernes disfruté compartiendo la tarde noche con vosotros.
Un abrazo
Como hálito poético de los desesperados me llega la voz que desbroza el mundo.
ResponderEliminarSiempre nos quedará París. O Torrelodones, si el presupuesto no da para más.
Dile a tu hijita que estabas equivocado, y ayúdala a plantar otra lentejita.
Odys, me alegra verte por aquí, me alegra leer de nuevo tus textos. Tú eres de los de este lado de la trinchera, de eso no hay duda. Nos quedaremos en Torrelodones, y lo de mi hija ¿tú crees?...
EliminarUn abrazo
Además de ser hermosa la poesía del texto; es decir como se van hilvanando las palabras en un torrente de imágenes que no paran, como lo hace el mundo detrás del vidrio.
ResponderEliminarMientras no comprendamos que las migas no son el banquete principal nos vamos a llevar la vida (nuestras vidas) por alcanzar "el premio" y con las migas en la boca nos daremos cuenta que ya no habrán mesas, sillas, música, cielo, horizonte donde ocultarse... ni siquiera habrá cosas detrás del vidrio.
Es posible pensar que ese horror pueda llamarse principio en algún lugar de nuestra mente.
Me encantó este texto, gracias por compartirlo.
Juan, hace algunas semanas que este espacio cuenta con el privilegio de tus comentarios, que se unen al testo como un párrafo mas. Muchos días tengo esa sensación, de que miramos el mundo desde una pecera, contentos porque cada mañana nos ponen de comer, damos vueltas y vueltas...pero el agua cada día está mas turbia, y el aire que se respira es mas denso...
EliminarUn abrazo.
Me uno a este alzamiento de denuncia. Bellas imágenes las que contiene este micro, a pesar de la dureza del fondo convexo.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye Oyasin
Una prosa poética y desolada para mostrar una cara de la realidad que estremece.
ResponderEliminarPodremos cambiar?
Para cambiar, se comienza por las palabras. Como éstas, por ejemplo.
Besos
Patricia, gracias por pasar y comentar. No sé si podremos cambiar, lo peor de todo es que debemos hacerlo, queramos o no queramos...tengo tres hijos, y cada día me levanto pensando que este presente es el NO FUTURO, y no me conformo con ampliar la pecera, y limpiar el vidrio...hay que romperla, que fluya el agua...
EliminarUn abrazo
Me uno a este alzamiento de denuncia. Bellas imágenes las que contiene este micro, a pesar de la dureza del fondo convexo.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye Oyasin
David, gracias por el comentario. Puede que el micro transmita alguna imagen dura, pero en esta caso la realidad supera a la ficción.
EliminarUn abrazo.
Una pena de mundo, pero precioso tu relato, como todos los que escribes.
ResponderEliminarSaludos,
Yashira, ya me he acostumbrado verte por aquí, y me gusta. Lo peor son los que nos gobiernan, el mundo tiene arreglo,pero ellos no.
EliminarUn abrazo.
Siempre nos dejas sin palabras, Xavier, porque tú las usas todas, maravillosamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sara, es difícil dejarte a ti sin palabras, es imposible, te sobran, y las tuyas además van acompañadas de preciosas ilustraciones. Gracias por el comentario.
EliminarUn abrazo.
Es tan duro y tan cierto, Xavier! Pero es impresionante tu forma de decirlo y de remover conciencias, aunque sea por poco tiempo. El mundo desde aquí, tienes razón, se ve distorsionado y convexo.
ResponderEliminarBesos admirados
Lo peor Isolda es que creo que cada vez mas distorsionado, y mas convexo. Cada día somos mas pequeños, pero nos sentimos mas grandes. Hay que romper la pecera, y que ese agua como una marea desbocada inunde nuestras conciencias.
EliminarUn abrazo
Xabier, utilizas tantas y tantas palabras para reflejar las imágenes, que desde mi particular pecera, me he mareado al imaginar ese mundo "real" que se encuentra a sólo un salto de mi pequeño mar, estable, sin olas, pero naúfrago de un océano que lo acoja. Puede que un día decidamos los peces estrella, girar en sentido inverso provocando una gran ola, una majestuosa, una gran embestida que sacuda el planeta y las mentes de los peces "globo".
ResponderEliminarEnhorabuena por estas microsensaciones, porque como bien dice Xesc ...es definitivamente : ¡macro sensación!.
Un beso de una admiradora de tu lenguaje y de tu creatividad.
Laura.
Laura, no te lo creerás pero tengo un micro donde aparecen los peces globo, algún día lo colgaré por aquí...yo no soy de esos, yo soy de los estrellas, los peces globo, además, son de color negro. Los que nos movemos por tu pecera sabemos que allí las aguas nunca están quietas, siempre en movimiento, siempre huyendo de corsés, de límites...tus aguas se unirán a las nuestras..y cuando eso ocurra los peces globo flotarán en la orilla.
EliminarUna abrazo.
Con esta prosa limítrofe con la poesía que es tan tuya, Xavier, expones una denuncia que se clava como una puñalada en nuestras conciencias.
ResponderEliminarEstas microsensaciones me dejan un retrogusto de arrepentimiento y eso, aún doliendo, es tan bueno que he de agradecertelo.
Un abrazo,
Pedro, los que te conocemos sabemos de que lado estás, de este, con nosotros. Gracias por tus comentarios, por tu presencia perenne, por tus destellos de motivación. El ejército de los peces estrella abandonará la pecera y brillará en el firmamento...
EliminarUn abrazo.
Que decir si tienes toda la razón...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Rosa, ya me he acostumbrado a esos besos tuyos por el aire, y sabes que a todos nos gustan. Un abrazo.
EliminarMe gustaría tener tu capacidad de usar las palabras para expresar con tanta belleza una triste realidad.
ResponderEliminarGracias por compartir.
Besitos
Elysa,
EliminarGracias por el comentario. Pero no creo que necesites para nada "esa capacidad de usar palabras", la tuya no tiene nada, absolutamente nada que envidiar, a la mía.
Creo que ya sólo las palabras consiguen maquillar la triste realidad en la que vivimos.
Un abrazo.
Desde la cercanía llegan las alegres risas de los minúsculos inocentes, labios con labios tejen besos los enamorados y letra a letra el soñador compone su relato.
ResponderEliminarGorka, consigues siempre continuar el texto, hacerlo vivir mas allá de las palabras.
EliminarUn abrazo amigo.
Hay una gran diferencia con otros blogs que podemos encontrar en la inmensa blogosfera, Xavi. Muchos usamos nuestros blogs para mostrar nuestras "ocurrencias", pero con la prisa de compartir la dosis de inmediatez del medio; en cambio, tus textos se muestran serenos, definitivos, muy trabajados, contundentes en su contenido, y eso sólo es señal de... tener buen mobiliario en el ático. Un saludo.
ResponderEliminarJuan, gracias por este comentario superlativo. Pero vamos que, por suerte, "el buen mobiliario en el ático" abunda por la blogosfera. No te diré que no, este texto me gusta, lo trabajé especialmente, porque cada frase es una denuncia, una estrella que se funde, trabajé la forma, pero siempre al servicio del contenido.
EliminarUn abrazo amigo, te debo algo, y algo haré..
Xavier, acabo de leerlo, me has dejado sin palabras. Es quizás de lo mejor que te he leído. Es un texto bien trabajado, sin fisuras, que toca un tema punzante, sangrante y desolador. Aunque lo sé de sobra, siempre consigue sorprenderme ese dominio tan espectacular que tienes del lenguaje. Llenas el texto de imagénes potentes que se clavan en nuestra retina y nos remueven nuestras tranquilas conciencias.
ResponderEliminarTodos estamos en esa pecera, y conseguimos engañarnos a nosotros mismos con pequeñas cosas para conseguir sobrevivir cobardemente. ¿Quién se atreve a saltar de esa pecera?.
Un abrazo.
Mar, cierras tú los comentarios que inició Amanado hace ya algunos días. Si te ha gustado el texto, bien, porque a mi también es de los que mas me gustan. Muchos no lo saben pero este blog comenzó como un espacio de crítica política, y fue derivando hacia un espacio de microficción,pero me siento cómodo utilizando las palabras para denunciar tanta injusticia y tanto atropello.
ResponderEliminarMar, habrá que salir de la pecera, cada día somos mas y empieza a faltar oxígeno.
Un abrazo Mar.