Irrumpe sigiloso con sus
carromatos imposibles y su carpa color arcoíris. Trapecistas que son
leones, enanos disfrazados de oso, caballos alados que reptan
impasibles. Germina en el abismo de la fantasía, en ese lugar donde anidan
las quimeras. Un espacio prodigioso donde el tiempo abdica y huye derretido. Payasos
asfixiados en la risa de sus sogas, magos de lo invisible, gigantes que son
conejos. Ahí, en un mundo de mitades formado por márgenes inconexos. No
hay nada detrás del espejo - tal vez a este lado tampoco -. Sólo queda la
realidad: antes íbamos al circo, ahora el circo vive en nosotros.
© Xavier Blanco 2012.
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Esta serie del circo la tienes que publicar en papel. Todos los micros son sublimes. Yo, hoy miércoles, sé que soy un circo donde el director de pista está a punto del colgarse del mástil que sostiene la carpa. Es verdad, no hay nada detrás del espejo. Un abrazo y me alegro que empieces a publicar tamañas maravillas.
ResponderEliminarYo aún diría más, a veces vivimos en un circo. Besos!
ResponderEliminarQuejica
Pues ya se sabe... el espectáculo debe continuar. Coincido con Mar, ya que tienes un haber de textos de inspiración común, deberías tratar de publicarlos. Calidad tienen para ello.
ResponderEliminarXavier, genial ese regreso al circo y que lo haya conquistado de esta manera.
ResponderEliminarA seguir con este nivel y siempre arriba.
Un abrazo.
Nada malo en que el circo viva en nosotros. O sí. Tal vez si en aquel lado no hay nada, es que en este queda poco. No sé.
ResponderEliminarMe gustó eso de "Un espacio prodigioso donde el tiempo abdica y huye derretido." Al final siempre nos dejas en la duda.
Buen Wonderland.
Abrazos
es magnífico... no sé si prescindiría de la última frase por negarme a terminar volviendo a la realidad en sentido "nominal"; coincido en que la serie del circo está manteniendo un nivel muy muy serio. Enhorabuena, Xavi.
ResponderEliminarIba a decir justo lo que ya ha dicho Mar: al papel, al papel
ResponderEliminarCreo que ya tienes el título de mago y experto en circos. Lo has vuelto a demostrar. Felicidades.
ResponderEliminarY pese al posible tono melancólico a mi me gusta mucho que ahora el circo viva en nosotros; es como un producto del tiempo, saber que a los lugares a los que verdaderamente se va es porque el camino ha sido antes o después, epidérmico.
ResponderEliminarHermosa tu mirada de poeta, un gusto estar aquí para ver como la compartís.
Y me voy dudando que no haya nada detrás del espejo, quizás estamos nosotros.
Un abrazo.
Mira que no me gustan nada los circos desde que dejaron de gustarme siendo aún un niño, pero esta serie que nos regalas me parece que gana a medida que crece.
ResponderEliminarEste micro nos recuerda, sin duda alguna, qué es la vida; que no es más que un circo al otro lado del espejo. Un circo al que -cada vez más- lo organiza el taquillero.
Un abrazo, Xavier.
Coincido con Pedro en que los circos no me gustan, desde niña me dieron más miedo que admiración, pero tus circos reflejan una vida, nuestra vida, unas veces vacía, otras rebosante de emociones, me hacen pensar en otras cosas... no en esa mentira que me asusta del circo... aunque quizás también me asuste la misma mentira de la vida...
ResponderEliminarTendré que pensarlo un poco más...Me gustó también este último circo tuyo Xavier. Gracias por compartirlo.
Yo también soy de las que huyen de los circos, de niña me daban miedo. Pero eso no importa cuando leo tus textos, que son brillantes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esta serie tuya me deja como deprimido. Pintas como un mundo decadente que conecta con esos rinconcitos tristes que todos tenemos repartidos por el pecho. Es como si tus circos me despertaran una añoranza a no sé qué, porque no es que mi familia fuera trapecista ni nada de eso, no, es, no sé, me entristece sin más. A lo mejor es el día.
ResponderEliminarUn abrazo, Xavi.
Esa frase lapidaria final completa a un micro que iba dejando retazos de circo.
ResponderEliminarBueno, bueno ...como ya dije en otras entradas de tu circo: a mí me gusta el circo, por muy decadente y oscuro que parezca ese mundo. Y coincido con los que te sugirieron editarlos, o publicarlos en papel. Para la labor de edición necesitarás alguna ayudita ilustrativa ....a cambio de un ejemplar gratuito, ji,ji ...que no que es broma, que no he dibujado en mi vida una carpa y ¡vete tú a saber lo que sale!. Pero sí te digo en serio que me encanta cada frase, cada imagen que recreas en mi mente, sea un circo de recuerdos, inuit, de sueños, de olvido .... Lo de la tristeza que decía Miguel Angel, yo creo que es cuestión de qué sentimiento se ponga al leerlo, o del día que se tenga.
ResponderEliminarFelicidades Xabier y mucha suerte si te animas a pasarlos a papel.
Un abrazo.
Bueno pues otra más que opina que debe ir al papel. Esta serie sobre el circo es para disfrutar de a poquitos.
ResponderEliminarBesitos
Poniéndome al día en mis atrasos, me reencuentro con la lucidez de tu Caleidoscopio. Estos micros circenses son una auténtica gozada. Saludos
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