viernes, 31 de diciembre de 2010

12 La Sierra de la Culebra: un lugar que deberías conocer.

 La Sierra de la Culebra (Desde el Noroeste de Castilla y León.).

Amanece un nuevo día, me levanto, miro por la ventana y no veo Barcelona. Hoy os escribo desde tierras de Castilla y León, a 41º,54' latitud Norte y 6º,12' longitud Oeste. Las fiestas navideñas, y eso que llamamos obligaciones familiares, me llevan con matemática regularidad a este precioso paraje de la Sierra de la Culebra, en la Provincia de Zamora.

Desde la ventana veo el humo de las chimeneas, que cortan como un arcoiris monocromático el cielo inmenso de una mañana de frío invierno. El aroma a café recién hecho se escapa y sube por el hueco de la escalera, invadiendo toda la estancia. La naturaleza es caprichosa, como los colores de un caleidoscopio, y el azul del cielo se mezcla con el verde de los pinos y con los ocres del otoño, que ya son del invierno. El pueblo hace olor a domingo.

 © Javier Alonso Crespo. Sierra de La Cabrera Baja. 


Aquí los árboles tienen nombre: robles, encinas, castaños, olmos –que aquí llaman negrillos-, chopos - que serpentean las ribas de arroyos y riachuelos-, alisos, fresnos… todos ellos desnudos, sin follaje, esperando que llegue la primavera. Y mas allá de la sierra de la Culebra, donde el paisaje se mezcla con las montañas de Peña Trevinca, y las Sierras de Cabrera y Segundera, ya en la frontera con Galicia, León y Portugal, las aguas cristalinas del Lago de Sanabria rodeadas de una naturaleza exuberante se multiplica en bosques de tejos, abedules, acebos y castaños.
  
Hectáreas de pinares, de repoblación, que hace decenios dejó como regalo el fuego, se asientan equidistantes, formados en hileras infinitas como un ejército a punto de revista, rodean el pueblo a modo de murallas ciclópeas, impenetrables, que albergan en su interior manadas de lobos, corzos, ciervos y jabalies.
Este es un espacio habitado por hombres y mujeres nobles y trabajadoras, humildes y sencillas en sus formas de ser, moldeadas a lo largo de los tiempos, pero jamás sometidas por invasión alguna: celtas, romanos, suevos y árabes, dejaron aquí sus huellas, y algo de todos ellos todavía pervive. Estas son tierras de historia y de leyendas. Las gentes que las moran, viven en un mundo rural, apegados a sus costumbres y a su pasado. Habitan casas de piedra y teja, y todavía permanecen en pié construcciones sencillas de adobe y techumbres de brezo, antaño morada de animales y aperos de labranza, que nos indican un esplendor que ya no volverá. Aquí el reloj hace tiempo que perdió el minutero.


El Diablo y La Filandorra.
Hoy es 26 de diciembre. El pueblo está de fiesta, se celebra la Filandorra, mascarada de invierno de origen medieval, representada por cuatro personajes que recorren las calles del municipio: “el Diablo”, ataviado con una carocha de piel de cabra, con cuernos, y cinturón de piel para atizar suavemente a los mas osados, “la Filandorra”, que con su colorido traje persigue a los mas jóvenes, desafiantes ellos, para mancharles la cara con una corcha quemada. Ellos son los Feos, los representantes del mal. Les siguen “el Galán” y “la Madama”, ellos son los Guapos, la cara pulcra del bien. Recorren el pueblo, casa por casa, para pedir el aguinaldo a todos los vecinos, guardando especial atención en aquellas que a lo largo del año visitó la muerte. Hoy se les da dinero, para las fiestas de San Blas y de Agosto, antaño viandas y productos de la matanza, que luego se repartían entre los más necesitados. Pocas cosas han cambiado, es la lucha ancestral entre el bien y el mal.

La fiesta sigue y los niños juegan, corren con sus bicicletas, en un espacio infinito. Esto es para los niños como un libro abierto, a tamaño natural. Horas mas tarde, el atardecer se impone, el sol comienza a caer y con el también el mercurio de los termómetros. El ocaso, convertido en espectáculo gratuito, alumbra los últimos compases del día. Los colores son primarios, sin aditivos. A lo lejos, el griterío de niños y jóvenes todavía se percibe: la Filandorra visita las últimas casas del pueblo.
 
 © Javier Alonso Crespo.  El día cae en Peña Mira.




















El sol hace horas que ha caído, la noche invade este bello paraje, la luna menguante se balancea, el silencio ha hecho preso estos lares. Es la hora de los sueños y mi hija reclama su cuento. Abro el cajón de la mesita, y cojo uno al azar, usado, tantas veces leído. Hoy toca “El ratoncito de campo y el ratoncito de ciudad”:

“en un pequeño pueblo perdido entre las montañas, vivía un ratoncito muy simpático y trabajador, -¡hay correo para ti!, le dijo el topo. Rabiando de curiosidad se apresuró a leer la carta: su primo rico, que vivía en la ciudad le invitaba a pasar unos días. Preparó su hatillo con cuatro cosas y dichoso y feliz inició el viaje, su primo le había hablado de lo bien que se vivía en la ciudad: no tenía que trabajar y además disponía de la comida que necesitaba: "Eso es vida", pensó.

Nada más llegar a la ciudad tubo su primer tropiezo, casi lo aplasta un coche contra el asfalto. Entre ruidos de claxon, llegó cansado a casa de su primo, en un descuido de la dueña, entró en ella. ¡Primo!.., corre, no deben verte, nadie sabe que aquí viven ratones. ¡Uf¡. Ya más tranquilos, el primo empezó a presumir, ves primo aquí lo tengo todo, y además no tengo que trabajar, como haces tú, para conseguir la comida. Se dirigieron a la cocina, venga primo sube por el palo de la escoba. Pobre ratón de campo, llegó a la mesa exhausto. Cuando empezó a comer aquel delicioso queso, apareció el señor gato. ¡Primo corre, que nos pilla!, ¡de esta no salgo!, murmuraba el pobre ratón. Consiguieron salvarse, en ese momento el ratón de campo cogió su hatillo y le dijo a su primo:

-Ahí te quedas, querido primo, prefiero un mendrugo saboreado con tranquilidad en el campo que un banquete rodeado de los peligros de la ciudad. Adiós primo, no quieras vivir rodeado de bienes, si ellos van a ser la causa de tu desdicha.”

(El ratoncito de campo y el ratoncito de ciudad, es una fábula atribuida a Esopo.)

 © Javier Alonso Crespo.  Los colores de la naturaleza.


















Vuelvo a la realidad: mi hija se ha dormido, mañana será otro día. Al final todo depende del color del  cristal con el que se mira. Un día deberías de hacer el hatillo y conocer estos lugares.

Ferreras de Arriba (Zamora) . 26 de diciembre de 2010.

Texto © Xavier Blanco 2010.


(*) Dicen que una foto vale mas que mil palabras, y seguramente es así. Gracias a las fotos de Javier Alonso Crespo, podéis contemplar la belleza de estas tierras. Javier vive en Codesal, en plena Sierra de la Culebra, y conoce estos parajes como nadie. Es Técnico en Realización de Audiovisuales y Técnico en Imagen, y ha trabajado como cámara de televisión y como fotógrafo de prensa. El dice que es un apasionado, y siempre aprendiz de la fotografía, yo creo que es un maestro. No dejes de ver sus fotos.

7 comentarios:

  1. inspirado!!!!me gusta mucho leerte, aunque hoy, fin de año, me gustaría teneros aquí para brindar...besos

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  2. Hola Carla...ya etamos aquí de nuevo, con ganas de volveros a ver.
    Ahora ya se que ademas de ojear esto, hay alguien que también lo lee, y además le gusta. Sólo por eso ya vale la pena seguir con ello.
    Un abrazo a todos,

    Xavier

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  3. Ja tinc ganes de fer la motxilla i anar a veure aquestes terres tant boniques que descrius amb encert.

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  4. Solo aclarar que la sierra de la culebra no es castilla. Oficialmente y actualmente Castilla y León, historicamente Reino de León y Pais Leonés.
    Saludos desde La Carballeda en La Sierra de La Cuelebra.

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  5. Internet es demasiado pequeño. La foto que ilustra Peña Mira es mia, tu que tienes un blog deberias saber que hay que pedir permiso para usar una foto o al menos poner mi nombre bajo ella .

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  6. Buenas Javier, Primero disculpas, no había ninguna intención de apropiarse del trabajo de los demas, era una forma de dar a conocer la belleza de esas tierras. Ya está retirada la foto.

    Sobre toponimia, solucionada, ya he incorporado Castilla y León. El texto pretendía tener un aire literario.

    Saludos desde Barcelona.

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  7. Xavier, te he contestado en facebook, perdona si mi tono ha sido un tanto brusco, pero habia visto un istante antes dos fotos de ciervos de la sierra de la culebra en el Diario Publico, usadas sin consentimiento , fotos de un amigo. Y eso unido a todo lo que me ha pasado con estos temas me irritó un poco. Soy de Codesal e intento sobrevivir con mi fotografia (tarea harto dificil a dia de hoy) Al subir mis fotos a internet me sirve para "darme a conocer" pero también ocurre lo que te cuento en facebook, y eso me hace estar un poco a la defensiva. Yo entiendo que viste esa foto y la pusiste sin pensar asique, lo entiendo y se que no es de mala fe. Sobre lo de Castilla, es un tema me irrita un poco porque se tiende a llamar Castilla por extensión pero no es asi en realidad.Ya que zamora perteneció hasta 1983 siempre al pais leonés junto con León y Salamanca. Es un problema que en Catalunya por suerte no teneis aqui hay un problema identitario, de ahi mi comentario.
    Un saludo, gracias por dar a conocer nuestra zona, y prometo seguir tu blog.

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