No me gustan los emisarios de Dios en la tierra. No me gusta la Conferencia Episcopal. No me gusta lo que dice el cardenal Rouco Varela, la curia vaticana y sus voceros mediáticos. El domingo 2 de Enero era día de manifestaciones, y por cuarto año consecutivo, en el centro de Madrid, se realizó un misa- fiesta por las familias cristianas.
Pasan los años, pero perviven los mensajes: lo importante no es la crisis económica, ni el paro, ni el aumento de las desigualdades sociales. Aquí lo realmente importante, y grave, es que el hermano pequeño salga del armario, y declare su homosexualidad, que la hija adolescente, que cayó en las bajezas de la carne, aborte, o que el abuelo, ya enfermo terminal pueda tener una muerte digna. Lo demás ¿a quién le importa?.
Rouco sacó lo mejor de si mismo: “Siempre que se cuestiona y/o se niega la verdad del matrimonio (…) las consecuencias negativas no se hacen esperar. Se ciegan las fuentes de la vida con la práctica permisiva del aborto. Se banaliza la eutanasia”. El arzobispo de Avignon, fue contundente, animó a los presente a enfrentarse a la ”cultura de la muerte, representada en la teoría de género, el rechazo del don de la vida, el matrimonio homosexual, al derecho al aborto y la eutanasia rampante”. El pasado día 29 el obispo de Córdoba, en la fiesta de la Sagrada Familia , declaró que la UNESCO tiene un plan para aumentar la población gay. ¡Impresionante¡.
Ahí sigue la Iglesia , anclada en sus privilegios, misógina y desconectada de los nuevos tiempos, de las nuevas necesidades, con sus mensajes apocalípticos y el miedo como bandera. Que pocas cosas han cambiado, siglos vendiendo el mismo producto, y siempre con pingües beneficios. Que discurso, que profundidad, sí, pero de fosa séptica.
Desgraciadamente son malos tiempos: cuando el dedo señala la luna, el tonto mira el dedo.
Hem d'estar també amatents a les altres religions del món que volen impossar les seves opinions. El que ha passat en el Pakistà, que un escorta mati a un polític, no ens pot deixar indiferents...
ResponderEliminarRealmente ese es el mejor negocio de la historia, hace más de 2000 años que abrieron la primera tienda en la que vendían algo tan etéreo que te lo dan después que te mueras, pensando en términos de marqueting es una locura, pero contra toda lógica venden y mucho. Desde entonces sean ampliado y tienen hasta un gran centro comercial que se llama el Vaticano, por no hablar de las sucursales donde existen curaciones milagrosas o que hasta sin fumar nada ilegal puedes ver a la virgen, eso si siempre previo pago de su importe. Pero visto lo visto, te puedo decir que occidente avanza a pesar, muy pesar de la iglesia católica. Y creo que somos muchos los ateos, que no necesitamos que la iglesia nos enseñe que es la familia, como cuidar de nuestros enfermos, etc.
ResponderEliminarEn la condición humana está contentarse con lo que hay o revelarse con lo impuesto, los dioses siempre fueron impositores y sus precriptores mundanos siguen el interesado ejemplo, aunque en sus interiores sufran la proyección de su modelo de ser y estar.
ResponderEliminarPor más que se empeñen la naturaleza no tiene coto.
Los envíados de Dios en la Tierra tendrían que hacer horas extras en el infierno por la "santidad" de sus mensajes. Homofóbicos, racistas y apegados al poder de turno, han "bendecido" regímenes totalitarios para todos los gustos.
ResponderEliminarUn abrazo
Daniel http://www.elcaleidoscopiodelucy.blogspot.com/
La Iglesia es la institución más retrógada.La sociedad se ha secularizado mucho, pero todavía hay buena parte de ella, bajo la nefasta influencia de su poder. Incluso en los que ya no son creyentes, queda un sedimento cultural-religioso que restringe la mente y la capacidad de pensar por uno mismo sin prejuicios.
ResponderEliminarSaludos.