A las gentes del Japón.
Hoy respiro acongojado, sin fuerzas. Miro el cielo y me ahogo. Respiro sin tregua, sin descanso. Respiro hondo, intenso, me sofoco. Cada contracción de mis pulmones son agujas que se clavan, niños que lloran, muchedumbres que corren solitarias, desamparadas, hacia ninguna parte. Hoy pienso en ellos, en esas gentes del Japón, desoladas, perdidas en medio de la hecatombe. El planeta ruge y el hombre se inmola. Me entristezco, consternado. Sollozo por ellos, por nuestro progreso, por el futuro de nuestra especie. Lloro por mis hijos, por este infierno cavernario que les legamos. Por esas tierras yermas, infecundas y estériles. Sí, hoy lloro por ellos y también por nosotros.
© Xavier Blanco 2011.
Recordando al evangelio: " No lloréis por mi, llorad por vosotras, vuestros hijos y vuestros pecados"
ResponderEliminarTenemos mucho que arreglar.
Un saludo. A.
La nube radiactiva se extiende sobre las conciencias de las gentes y se reabre el debate sobre los programas nucleares.
ResponderEliminarSe discute sobre su conveniencia para garantizar nuestro suministro eléctrico, los costes del tratamiento de los residuos, los sistemas de seguridad, pero no se habla de la verdadera razón de su existencia, que no es otra que la formula para financiar y generar el armamento nuclear.
Nuevamente la población civil sufre las consecuencias de esta locura del sistema y además de llorar por ellos, tendremos que también llorar por todos nosotros.
El cielo nos acoja.
¡Cuanta impotencia ante la madre tierra! Ella se enfada y nosotros temblamos, o quizá ni siquiera sepa que existamos y tan solo se haya sacudido un poco de polvo de la falda...Míriam
ResponderEliminarMe detengo en estas palabras:
ResponderEliminar" Sollozo por ellos, por nuestro progreso, por el futuro de nuestra especie."
Una profunda reflexión.El hombre se cree el más fuerte;pero ¿Qué somos frente al poder de la Naturaleza?.
Saludos.
PD. He conocido este blog de casualidad, indagando sobre el nombre porque era el que tenía pensado para mi blog.Pensaré otro, pero me alegro de haberte encontrado.
Sinrima, gracias por pasar por aquí, por tus palabras. No busques otro nombre, cada caleidoscopio es diferente y refleja los colores de una forma única, la tuya, tamizados por la luz que tu seas capaz de irradiar, que seguro que es mucha.
ResponderEliminarun abrazo