La gente especula que ser un duende es una suerte, como nacer con estrella; y quien dice un duende, dice un genio, un elfo, un enanito verde. Como si fuera placentero vivir en una seta, morar bajo un manto de hojas, o habitar en la corteza de un roble, y ya no platiquemos de la vida eterna, de conjuros, de hechizos… Vale, nuestra estrella fue nacer en la Isla de Pedrosa, llamada por nuestros ancestros de la Astilla, cuántos náufragos salvados, cuántos navíos guiaron nuestras luces, pero esos eran otros tiempos. Un día llegaron unos señores con sus máquinas, y nos entró frío y congoja, temiendo que el color se tornaría asfalto, la mudez, ruido, y el hollín de las chimeneas eclipsaría el azul del cielo. Escondidos, agazapados, nos pertrechamos para la revuelta. Jaraneros observamos cómo nacía un vergel, un oasis, cómo el espacio se disfrazaba de leyenda, poblándose de verde avenencia y azul armonía. Hoy, embriagada por la fragancia de las rosas, el agua mana sigilosa, y la sombra de los tamarindos seduce al ocaso. No puede existir mejor lugar para la magia de un duende; hoy nos visita Campanilla, pero eso es un secreto.
© Xavier Blanco 2011.
Este microrrelato participa en el “Primer Certamen de relato corto Los Jardines Secretos”.
El concurso tiene un blog: JARDINES SECRETOS. Ahí podéis leer las bases, ver los textos de los participantes y enviar vuestros relatos.
Ostras Xavi, veo que te inspiran estos jardines. Me gustó el de ayer, pero este también, tiene duende. Suerte en el concurso.
ResponderEliminarTú sí que tienes duende al escribir, Xavier. Una delicia leerte. Me imagino ya tus relatos en los folletos de los Jardines Secretos. Yo los elegiría :)
ResponderEliminarHola Sara, gracias por los halagos, esos jardines me inspiran. Tu sabes que eso de los premios son palabras mayores, hay mucha calidad en la blogosfera. Nuestro premio es seguir creando esas pequeñas criaturas, y generar sensaciones, sentimientos, impulsos...
ResponderEliminarun abrazo
La visita de Campanilla a tu jardín ha coincidido con la del duende las cosas raras y han establecido una relación asimétrica pero sana para aligerar los pesares de las sombras umbrías en otoño de ese bosque de Lugo.
ResponderEliminarTe informo.Me gustó
Una abraçada Xavier
Con su gorrito rojo y sus ganas de estrenarse iba recorriendo inspiraciones,de escritorio en escritorio buscando algún necesitado de reunir letras hasta componer sentidos.
ResponderEliminarEncontró a un humano que coleccionaba materias y también lo intangible, sensible a los vocablos, a escudriñar horizontes y a los buenos sabores. Sopló sobre su pluma sus dotes mágicos y le hizo-como así mismo-dueño de su escritura y de su casa.