Imagina que estás en casa y abres un melón.
Inicialmente no parece una tarea muy complicada. En sus entrañas te encuentras
una manzana. No es lo normal, pero esas cosas pasan. Te gustan sin piel y decides
arrancarle sus vestimentas. Debajo emerge una naranja de dermis rugosa y
brillante, antes de continuar te frotas los ojos –yo por lo menos lo haría-.
Tienes hambre y estás a punto de hincarle el diente, pero antes de proceder a
despellejarla respiras hondo y bebes un poco de agua; ahora sabes que lo mas
acertado hubiera sido comerse un yogurt, pero ya es demasiado tarde. Entonces
emerge un huevo de chocolate, de esos que traen una sorpresa en su interior. A
esas alturas ya no estás para bromas; engulles el chocolate y, ansioso, separas
el cascarón esperando tropezar con unas frambuesas o con un par de
cerezas picotas. Nada más lejos de la realidad: sorprendido, te miran unos
ojos, te habla una boca; porque en ese óvalo mora un enanito verde, de esos de
los cuentos, con sus botitas y su chaleco de ante marrón. El duendecillo
habita en un hongo, y al final, secándote el sudor que se precipita por tu
frente, recuerdas que querías melón, pero sin saber porqué has acabado
comiéndote una seta.
Todo depende del color del cristal con el que se mira. Blog personal de Xavier Blanco. Reflexiones, ideas, impulsos, pequeñas cosas, microrrelatos, versos, sensaciones...
lunes, 7 de noviembre de 2011
201 Amanita muscaria.
Etiquetas:
MICRORRELATOS,
PUBLICADO EN BREVES NO TAN BREVES
21 comentarios:
Este Blog se alimenta de tus comentarios. Si dices algo, sabré que has pasado y me sentiré acompañado. Gracias a tod@s por leer estas páginas.Este blog forma parte de la ABLACC (Asociación de Blogs Literarios que Aceptan Crítica Constructiva). Así que critica sin piedad, pero comenta tus razones, es la mejor forma de aprender.
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Ji,ji, Xavier, yo creo que el personajillo se come una seta porque su curiosidad por ver qué ocurría después, le incitó a continuar la aventura, cuando lo que debía haber hecho es devolver el melón a la tienda y pedir una indenmización por meterle manzanas por melones.
ResponderEliminarAhora en serio : el duendecillo verde y esta aventura comestible son producto de los efectos alucinógenos de un buen puñado de amanitas previas que ya había engullido el protagonista ¿no?.
Original y estupendo. Abrazos varios.
Ja ja, me he imaginado al duendecillo, con sus botitas y gorro...
ResponderEliminarUn relato muy jugoso, lleno de imaginación. Hay que mirar bien donde hincamos el diente :-)
Un abrazo.
Qué bueno Xavier. Qué imaginación tienes. Es un micro fresco, divertido e irónico. Lo que no se tenía que haber comido este hombre son las amanitas antes de coger el melón. La imagen del enanito es buenísima, y acabar con la seta genial. Un saludo. He visto tus tuits en La Bòbila. Geniales. Mar Horno
ResponderEliminarComo en las muñecas rusas, uno nunca sabe lo que se va a encontrar dentro del último recipiente, que tamibén podría ser el primero. Lo de la seta tiene solución, pero a mí lo que me preocupa que también se haya comido al enanito...
ResponderEliminarAbrazos
Me a parecido muy bueno (y saludable) de vez en cuando está bien perder la cabeza, aunque sea a bordo de una seta.
ResponderEliminarAhora se por qué me como la fruta sin pelar.
un saludo.
Hilarante, imaginativo, simpático, tierno... y así podría seguir adjetivando pero no. Creo que con un ME ENCANTÓ, se entiende igual.
ResponderEliminarUn abrazo admirado.
Espero que por lo menos el enanito te concediese un deseo, después de tanto esfuerzo...
ResponderEliminarMe he reído mucho, gracias por alegrarme el día. Besos,
Quejica
http://soyquejica.blogspot.com
Xavier, muy bueno y sabroso tu relato sobre como comer un melón que no es melón, ni manzana ni melocotón... Muchas veces la vida es así, pero nos damos cuenta después. Encuadraría tu micro en un genero que me encanta "realismo mágico".
ResponderEliminarMe gustó mucho, un abrazo.
Buenísima esa imagen del enanito. Un micro con sorpresa dentro... ¿se comió al enanito?...
ResponderEliminarBesitos
Xavi yo creo que el cuento es al revés. Primero se comió la seta y era "alucinógena" JAJAJA
ResponderEliminarDivertido juego al que nos invitas Xavi. Yo, que tengo tendencia a ser metomentodo, creo ver en esa Amanita Muscaria con crisis de identidad, parecidos con la realidad que a veces se presenta con empaques falsos, pero claro, debe ser pura coincidencia. Muy bueno. Saludos
ResponderEliminarJajaja, muy buena la entrada. Me gusta mucho tu blog. Enhorabuena.
ResponderEliminarTu muñeca rusa gastronómica es otra metáfora de los logros, también de la pérdida de ellos, el fracaso. Lo ha tenido todo y lo pierde. Me ha gustado. ¿Cuándo duermes?
ResponderEliminarPues mira que yo tengo melón hoy de postre para cenar. Igual paso de abrirlo y voy directamente a la seta ...
ResponderEliminarFantástico Xavi.
Espero verte mañana (???)
Saludos
Me han gustado mucho las imágenes que sugiere este microrrelato, sobre todo el enanito que describes, y el final es redondo, esa seta, seguramente alucinógena, que, es posible, le dé una explicación "realista" a todo lo que está viendo el narrador.
ResponderEliminarUna buena forma de cumplir con la recomendación de tomar cinco piezas de fruta al día.
ResponderEliminarMe quedé pensando en el duende. Se habrá sentido como nosotros con los banqueros, que nos quitan los hogares a bocados.
Un micro fantástico, Xavier. Nos haces ver las imagenes y -sobre todo- tiras de maestría para que creamos los que vamos leyendo.
Mis parabienes.
Gracias a todos por os comentarios.
ResponderEliminarLaura, son las cosas que pasan por comer setas, o no..
Sara, es que comemos cualquier cosa.
Mar, yo también he visto los tuyos, fantásticos.
Odys, el enanito lo tiene en una jaula, y de momento no sabe que hacer con el, lo ha puesto en eBay a subasta.
Fernando, mejor sin pelar, y todo para dentro, que luego pasan estas cosas y te pegas unos susto de campeonato.
Patricia, gracias, un micro para reír un rato.
Quejica, si te has reído un rato ya hemos conseguido el principal objetivo. Este enanito no concede deseos, es "enanitus vulgaris".
Nicolás, me gusta moverme en ese realismo mágico, las palabras nos permiten cruzar esas fronteras.
Un abarzo a tod@s
Elysa, no, lo tenemos en la jaula, y esperando ver si la subasta de eBay se anima. Me temo que es especie protegida e igual tenemos algún problema.
ResponderEliminarOvidi, gracias por pasar amigo.
Isabel, muy buena lectura, la vida es como ese melón, casi nunca te da lo que quieres, y a veces, huyes de la realidad, te inventas otra...
Estefanía, bienvenida al Caleidoscopio.
Ximens, esa lectura es muy acertada. Duermo poco, la verdad...y ahora con el enanito menos.
Xesc, abre el melón, sin miedo, si hay enanito hablamos, que el mío está muy sólo. Hoy intentaré ir a la lectura de relatos de Fernando Clemot...Ginés Cutillas también estará.
Manu, gracias por comentar. Este micro, como dices, es especialmente visual, imaginé cada secuencia antes de escribirlo...
Pedro, el duende es un tipo raro, y creo que habla polaco, no hay forma de entenderse con el. Al principio lo pusimos en la casita de Hello Kity, pero no le gustó, y ahora está en la jaula del canario.
Un abrazo a tod@s
Jjaja, estoy seguro, Xavi, que fue la seta lo que le hizo inventarse todo eso. Y, quizá, fue la explicacíon que le dio a su mujer cuando lo encontró tirado en el suelo hablando, nena tienes que creerme, con un gnomo verde que se había metido debajo del sofá. A que sí?
ResponderEliminarUn abrazo, company.
Me recordó aquellas comidas en que dentro de un elefante cocían una vaca y dentro una oveja y dentro unos faisanes... Me desconcertó el duente. La frase final me confirmó que el melón no estaba bueno. Confieso que yo no me habría atrevido a incarle el diente.
ResponderEliminarEse si que era un okupa.
ResponderEliminarMuy imaginativo y como siempre "atrapante"
Un abrazo.