lunes, 7 de noviembre de 2011

201 Amanita muscaria.



Imagina que estás en casa y abres un melón. Inicialmente no parece una tarea muy complicada. En sus entrañas te encuentras una manzana. No es lo normal, pero esas cosas pasan. Te gustan sin piel y decides arrancarle sus vestimentas. Debajo emerge una naranja de dermis rugosa y brillante, antes de continuar te frotas los ojos –yo por lo menos lo haría-. Tienes hambre y estás a punto de hincarle el diente, pero antes de proceder a despellejarla respiras hondo y bebes un poco de agua; ahora sabes que lo mas acertado hubiera sido comerse un yogurt, pero ya es demasiado tarde. Entonces emerge un huevo de chocolate, de esos que traen una sorpresa en su interior. A esas alturas ya no estás para bromas; engulles el chocolate y, ansioso, separas el cascarón esperando tropezar con  unas frambuesas o con un par de cerezas picotas. Nada más lejos de la realidad: sorprendido, te miran unos ojos, te habla una boca; porque en ese óvalo mora un enanito verde, de esos de los cuentos, con sus botitas y su chaleco de ante marrón.  El duendecillo habita en un hongo, y al final, secándote el sudor que se precipita por tu frente,  recuerdas que querías melón, pero sin saber porqué has acabado comiéndote  una seta.
© Xavier Blanco 2011. 

21 comentarios:

  1. Ji,ji, Xavier, yo creo que el personajillo se come una seta porque su curiosidad por ver qué ocurría después, le incitó a continuar la aventura, cuando lo que debía haber hecho es devolver el melón a la tienda y pedir una indenmización por meterle manzanas por melones.

    Ahora en serio : el duendecillo verde y esta aventura comestible son producto de los efectos alucinógenos de un buen puñado de amanitas previas que ya había engullido el protagonista ¿no?.

    Original y estupendo. Abrazos varios.

    ResponderEliminar
  2. Ja ja, me he imaginado al duendecillo, con sus botitas y gorro...
    Un relato muy jugoso, lleno de imaginación. Hay que mirar bien donde hincamos el diente :-)
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Qué bueno Xavier. Qué imaginación tienes. Es un micro fresco, divertido e irónico. Lo que no se tenía que haber comido este hombre son las amanitas antes de coger el melón. La imagen del enanito es buenísima, y acabar con la seta genial. Un saludo. He visto tus tuits en La Bòbila. Geniales. Mar Horno

    ResponderEliminar
  4. Como en las muñecas rusas, uno nunca sabe lo que se va a encontrar dentro del último recipiente, que tamibén podría ser el primero. Lo de la seta tiene solución, pero a mí lo que me preocupa que también se haya comido al enanito...

    Abrazos

    ResponderEliminar
  5. Me a parecido muy bueno (y saludable) de vez en cuando está bien perder la cabeza, aunque sea a bordo de una seta.
    Ahora se por qué me como la fruta sin pelar.
    un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Hilarante, imaginativo, simpático, tierno... y así podría seguir adjetivando pero no. Creo que con un ME ENCANTÓ, se entiende igual.

    Un abrazo admirado.

    ResponderEliminar
  7. Espero que por lo menos el enanito te concediese un deseo, después de tanto esfuerzo...

    Me he reído mucho, gracias por alegrarme el día. Besos,

    Quejica
    http://soyquejica.blogspot.com

    ResponderEliminar
  8. Xavier, muy bueno y sabroso tu relato sobre como comer un melón que no es melón, ni manzana ni melocotón... Muchas veces la vida es así, pero nos damos cuenta después. Encuadraría tu micro en un genero que me encanta "realismo mágico".
    Me gustó mucho, un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Buenísima esa imagen del enanito. Un micro con sorpresa dentro... ¿se comió al enanito?...

    Besitos

    ResponderEliminar
  10. Xavi yo creo que el cuento es al revés. Primero se comió la seta y era "alucinógena" JAJAJA

    ResponderEliminar
  11. Divertido juego al que nos invitas Xavi. Yo, que tengo tendencia a ser metomentodo, creo ver en esa Amanita Muscaria con crisis de identidad, parecidos con la realidad que a veces se presenta con empaques falsos, pero claro, debe ser pura coincidencia. Muy bueno. Saludos

    ResponderEliminar
  12. Jajaja, muy buena la entrada. Me gusta mucho tu blog. Enhorabuena.

    ResponderEliminar
  13. Tu muñeca rusa gastronómica es otra metáfora de los logros, también de la pérdida de ellos, el fracaso. Lo ha tenido todo y lo pierde. Me ha gustado. ¿Cuándo duermes?

    ResponderEliminar
  14. Pues mira que yo tengo melón hoy de postre para cenar. Igual paso de abrirlo y voy directamente a la seta ...
    Fantástico Xavi.
    Espero verte mañana (???)
    Saludos

    ResponderEliminar
  15. Me han gustado mucho las imágenes que sugiere este microrrelato, sobre todo el enanito que describes, y el final es redondo, esa seta, seguramente alucinógena, que, es posible, le dé una explicación "realista" a todo lo que está viendo el narrador.

    ResponderEliminar
  16. Una buena forma de cumplir con la recomendación de tomar cinco piezas de fruta al día.

    Me quedé pensando en el duende. Se habrá sentido como nosotros con los banqueros, que nos quitan los hogares a bocados.

    Un micro fantástico, Xavier. Nos haces ver las imagenes y -sobre todo- tiras de maestría para que creamos los que vamos leyendo.

    Mis parabienes.

    ResponderEliminar
  17. Gracias a todos por os comentarios.
    Laura, son las cosas que pasan por comer setas, o no..
    Sara, es que comemos cualquier cosa.
    Mar, yo también he visto los tuyos, fantásticos.
    Odys, el enanito lo tiene en una jaula, y de momento no sabe que hacer con el, lo ha puesto en eBay a subasta.
    Fernando, mejor sin pelar, y todo para dentro, que luego pasan estas cosas y te pegas unos susto de campeonato.
    Patricia, gracias, un micro para reír un rato.
    Quejica, si te has reído un rato ya hemos conseguido el principal objetivo. Este enanito no concede deseos, es "enanitus vulgaris".
    Nicolás, me gusta moverme en ese realismo mágico, las palabras nos permiten cruzar esas fronteras.

    Un abarzo a tod@s

    ResponderEliminar
  18. Elysa, no, lo tenemos en la jaula, y esperando ver si la subasta de eBay se anima. Me temo que es especie protegida e igual tenemos algún problema.
    Ovidi, gracias por pasar amigo.
    Isabel, muy buena lectura, la vida es como ese melón, casi nunca te da lo que quieres, y a veces, huyes de la realidad, te inventas otra...
    Estefanía, bienvenida al Caleidoscopio.
    Ximens, esa lectura es muy acertada. Duermo poco, la verdad...y ahora con el enanito menos.
    Xesc, abre el melón, sin miedo, si hay enanito hablamos, que el mío está muy sólo. Hoy intentaré ir a la lectura de relatos de Fernando Clemot...Ginés Cutillas también estará.
    Manu, gracias por comentar. Este micro, como dices, es especialmente visual, imaginé cada secuencia antes de escribirlo...
    Pedro, el duende es un tipo raro, y creo que habla polaco, no hay forma de entenderse con el. Al principio lo pusimos en la casita de Hello Kity, pero no le gustó, y ahora está en la jaula del canario.

    Un abrazo a tod@s

    ResponderEliminar
  19. Jjaja, estoy seguro, Xavi, que fue la seta lo que le hizo inventarse todo eso. Y, quizá, fue la explicacíon que le dio a su mujer cuando lo encontró tirado en el suelo hablando, nena tienes que creerme, con un gnomo verde que se había metido debajo del sofá. A que sí?

    Un abrazo, company.

    ResponderEliminar
  20. Me recordó aquellas comidas en que dentro de un elefante cocían una vaca y dentro una oveja y dentro unos faisanes... Me desconcertó el duente. La frase final me confirmó que el melón no estaba bueno. Confieso que yo no me habría atrevido a incarle el diente.

    ResponderEliminar
  21. Ese si que era un okupa.

    Muy imaginativo y como siempre "atrapante"

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Este Blog se alimenta de tus comentarios. Si dices algo, sabré que has pasado y me sentiré acompañado. Gracias a tod@s por leer estas páginas.Este blog forma parte de la ABLACC (Asociación de Blogs Literarios que Aceptan Crítica Constructiva). Así que critica sin piedad, pero comenta tus razones, es la mejor forma de aprender.