Entre los diferentes textos que escribí para el I Certamen de Relato Corto "Los Jardines Secretos", presenté una serie de cuatro relatos denominada "cuatro estaciones": una combinación entre el ciclo de la naturaleza y los personajes mitológicos de esas tierras de Cantabria, donde están radicados los jardines. Ya conocéis "Otoño", que quedó entre los relatos finalistas, hoy os presento el verano, espero que os guste.
EL VERANO.
Aquí el verano
es tardío, llega sigiloso, prudente.
Los ejércitos de la luz asedian los Jardines, los usurpan. El sol
omnipresente se convierte en notario de los días. Su sudor mantiene caliente la
noche, noches sutiles colmadas de estrellas. La naturaleza sigue su rumbo; las
lilas florecen, el romero asoma
jugueteando con el agapanto. Llora huérfana de flores la glicina. Sobrevuelan
zarapitos, mirlos, grullas, y entre ellos mariposea el duende Zahorí, buscador
de sueños, cazador de deseos, perseguidor de quimeras. Es tiempo de amores
adolescentes, de miradas furtivas, de besos robados, de risas. En verano la belleza
es azul, cerúlea, como el mar que bate sus olas, transportando la brisa de la
bahía. Tal vez como el cielo, infinito, inmenso, que nos cobija. También la
belleza es verde como las hojas de los rosales; la naturaleza no tiene límites;
¿acaso lo tiene el viento, o el mar rompiéndose en espuma, o las flores que
mece la brisa? El sol tiñe las hojas de ocre, de rojo, de dorado. Hay días que
el verano se disfraza de entretiempo.
Esos días se escuchan los últimos esténtores del estío, sus póstumas bocanadas; agosta y cae alguna hoja garabateando el
camino del otoño.
(*) Dibujo: Duende Zahorí.
EL OTOÑO.
El
otoño palpita, el corazón de los Jardines late sincopado. Las acacias pierden
sus ropajes, y esa espesura salpica los senderos, tapiza los caminos, cubriéndolos de nostalgia y recuerdo.
Algunos árboles se desvisten, se despojan de sus bellas indumentarias y
bailan lujuriosos siguiendo los ritmos del viento. La hojarasca guarnece los atajos de matices y
la naturaleza compite en un concurso de tornasoles, de colores imposibles. La
bóveda celeste llora y sus lágrimas empapan la tierra. En otoño redoblan las
campanas de la melancolía, el Jardín es de los rapsodas, de los peritos en
lunas. Brotan los recuerdos y se injertan los olvidos. Resuena el aletear de
las hojas aquietadas por el viento. El Arce se tiñe de rojo y las panículas
rosas de las Lilas se pavonean, tiñendo la uniformidad de los helechos. En esos
días grises, plúmbeos, lluviosos, el agua tenue, imperceptible, convertida en un suave calabobos, se alea con el viento, que deviene
ráfaga, vendaval, ciclón de fragancias. El mar bate sus olas en los contornos
de Pedrosa, bañando su anatomía. En esos días
puedes escuchar los murmullos de la Sirenuca, galanteada por el Hombre
Pez, que sigue buscando su camino. A lo lejos asoma el invierno.
(*) Dibujo: El Hombre Pez.
Xavier, no me entran los comentarios, qué pasa, socorro.. Mar Horno
ResponderEliminarQué alegría, parece que ya sí, pero he estado una semana que no había manera. Oye Xavier, que digo yo que podías publicar tú solo un libro con los micros que Jardines secretos, que además de voluminoso sería muy bueno. Un saludo.
ResponderEliminarXavier, veo que eres un gran poeta. Esas descripciones son esencias de las estaciones que describes. Diluidas en un texto más largo crearían oasis preciosos. Así, concentradas, no me extraña que sean finalistas.
ResponderEliminarVeo que no soy el único con problemas técnicos para meter los comentarios.
Xavier, muy original tu idea de enviar relatos sobre las estaciones del año y el espacio del concurso. Los dos que acabo de leer rezuman literatura por los cuatro costados. Has elegido las palabras adecuadas para tranportarnos a Cantabria.
ResponderEliminarUn saludo y muy buenos los relatos.
Hola Xavier.
ResponderEliminarme han gustado mucho los relatos, son muy, muy poéticos. Muy originales.
Quedas enlazado a mi casa.
Un abrazo
Describes con tus palabras las estaciones, de una manera muy bella.
ResponderEliminarBesitos
Mar, Ximens, gracias dobles por el comentario, veo que seguimos con los problemas de la blogosfera.
ResponderEliminarMar, la semana que viene publicaré la primavera y espero que te guste.
Ximens, escribí los cuatro como uno solo, pero las limitaciones del concurso me obligaron a separarlo en texto de 200 palabras. Tienes razón, he pensado en utilizarlos como base para un relato mas largo.
Un abrazo a los dos.
Nicolás gracias. LA verdad es que los trabajé, busqué documentación sobre la mitología de la zona, por cierto muy rica e interesante; y sobre el ciclo de la naturaleza en esos Jardines, fue un texto muy instructivo.
ResponderEliminarElena, Bienvenida al Caleidoscopio, gracias por el comentario y por enlazarme.
Elysa, siempre esos comentarios tan personales, tan del corazón. Me gustan. Un abrazo.
XAVIER, ME HAN GUSTADO MUCHO LOS DOS TEXTOS DE LAS ESTACIONES. TIENEN UN SUSTRATO POETICO CON EL ME IDENTIFICO SOBREMANERA, QUE ES EL GUSTO POR PULIR LAS PALABRAS, DAR RITMO Y CADENCIA AL TEXTO ETC. ADEMAS ME PARECEN MUY TRABAJADOS, ENHORABUENA.
ResponderEliminarCON TU PERMISO VOY A ENLAZAR TU BLOG AL MIO, AL QUE TE INVITO GUSTOSO TAMBIEN. WWW.ELDIAQUEFUIMOSDIOSES.BLOGSPOT.COM
DISCULPA LAS MAYUSCULAS PERO TENGO PROBLEMAS CON LA PUNTUACION EN MINUSCULAS.
GABRIELPALAFOX/FCO RODRIGUEZ TEJEDOR
Muy poéticas descripciones del verano y otoño.Ambas me gustan por igual, aunque en la de otoño rozas levemente el tópico de la nostalgia,las ausencias, los recuerdos...
ResponderEliminarA mí lo que me gusta del otoño es el color,la luz del atardecer y la esperanza de una nueva primavera.
Saludos.
Francisco, bienvenido al caleidoscopio y gracias por el comentario. Ya pasé por tus posesiones, espero que nos sigamos viendo en este sendero de las letras.
ResponderEliminarSinrima, gracias por los comentarios. Sí, tienes razón, busqué esos tópicos en relación a los Jardines. Esta semana publicaré la primavera, espero que te guste.
Me han gustado mucho los dos relatos, pero me quedo con el otoño, la descripción poética que haces de él me parece sublime. Mis felicitaciones.
ResponderEliminarUn abrazoz,
Hola Esperanza, gracias por el comentario. Esto de la escritura es, sin duda, lo mejor que hay. Siempre genera diversidad de opiniones. A mí me gusta mucho el de la primavera, pero todavía no lo he publicado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un lenguaje rico para evocar el mundo sensorial en todos sus matices. Estupendo.
ResponderEliminarUn abrazo
" Por qué cada palabra. Por qué el prodigio de la mezcla.
ResponderEliminarPor qué el sol omnipresente. Por qué los ejércitos de la luz
asedian los jardines. Por qué por qué esos adjetivos.
Por qué en cada rincón una sorpresa. Por qué un regalo
tras otro y otro y otro. Y por qué nos elevas, nos transportas,
haciéndonos ligeros , sobrevolando el texto, exaustos de
belleza, nosotros sin palabras, hasta que nos posas levemente
en la última palabra regalada"
Dónde está la magia, dónde está el mago, dónde está la trampa,dónde
está esa carta marcada que no vemos , que nos confunde, nos encandila,
qué nos lleva a pensar que en cada isla que escribes hay un tesoro que
nos hace sentirnos niños dispuestos a recibir una sorpresa. Yo, de verdad,
nunca me había sentido tan manipulada por el poder de las palabras. Las
mismas de siempre pero tan distintas que parecen nuevas y nos las muestras
como recién pintadas, como sonoras. Por qué da la impresión de que tú las has
inventado y de que sólo tú has sabido usarlas.
Desde bilbao. Nieves
Nieves, preciosa palabras, que siguen al relato como si fuera una mano acariciando esos cabellos blondos y ensortijados que acuna el sol del otoño.
ResponderEliminarUn abrazo.
Luis, Ayer me olvidé de tu comentario, sólo ha sido un "lapsus calami". Me alegra verte por aquí, y leer tus comentarios. Un abrazo.
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