Este micro lo escribí para el Vendaval de micros 2011, pero no lo envié. Tiene un juego escondido, la última frase pertenece a una de la obras mas importantes de la Literatura Universal: seguro que vosotros sabéis a que libro me refiero...
No me diga que le explique por qué, ni siquiera
cuándo, ni me pida dónde. No pregunte, no hay respuestas. Estoy aquí, eso es lo
importante. Es normal que usted tenga miedo, que se sienta extraño. No me mire
así: sí, claro que me conoce. Soy sus sueños, sus recuerdos, sus mentiras, sus
anhelos. Su pasado. Puede que llegue a ser su futuro. Soy lo mejor de usted, y
lo peor también. Ahí, envuelto en su piel, estando sin estar, pasando
desapercibido. No se proscriba, no tenga miedo: mi voz es su voz que resuena
como un eco, como cantos de sirena. Soy la ira, la envidia, la lujuria, la
pereza, la avaricia, sus mentiras. Pero también la ternura, el amor, el deseo,
la verdad. Quizás se le ha escapado el tiempo y ya no pueda regresar a la vida.
No me espere, volveré: usted y yo hablaremos. No le quepa duda. Tal vez las certezas se han caído y han de caer
del todo sin duda alguna. Vale.
Este texto fue publicado en La Esfera Cultural el pasado día 02 de Julio de 2011.
Aquí tenéis el audio por La voz silenciosa...
Este texto fue publicado en La Esfera Cultural el pasado día 02 de Julio de 2011.
Xavi, Hay visitas inesperadas, la peor es cuando nos visitamos nosotros mismos, y nos damos cuenta que no somos perfectos, e incluso que , a veces, no tenemos razón. Mejor escucharnos y no discutir.
ResponderEliminarUn abrazo,
Luis
Luis, Cuanta razón tienes. No hay nada peor que enfrentarse a uno mismo, e intentar escucharnos pacientemente. Lo que mas cuesta es hacernos caso, e intentar seguir nuestros propios consejos, de ese otro yo que nos cuestiona. No siempre es posible.
ResponderEliminarUn abrazo
Es precioso.
ResponderEliminarDesde luego tu texto gana un montón con esa voz. Enhorabuena.
ResponderEliminarMontse, gracias por el comentario, se que a ti te gustan estas visiones interiores.
ResponderEliminarXimens, esa voz es una delicia. Hasta mis textos ganan con ella...
Un abrazo a los dos.
Xavier
Leerla me gustó, escucharla ya hace aún más placentera esa lectura aún cuando hablar con uno mismo a veces no sea lo que más nos gusta.
ResponderEliminarBesitos
Xavier, me gustan estos relatos en que uno se enfrenta a su yo. Muchas veces ese yo es el mayor critico a nuestra persona que nos podamos encontrar. Está bien a veces que sea así, pero en exceso debe ser fatal.
ResponderEliminarMe gustó. Un abrazo.
Elysa, gracias por el comentario. Sí, siempre es necesario conversar con uno mismo, escucharte, reflexionar y continuar el camino. Si además tienes la suerte que la voz la pone otro, la conversación se convierte en realidad.
ResponderEliminarNicolás, coincido contigo. Nadie nos conoce como nosotros mismos, aunque nos engañemos cada día. Ese yo debe estar ahí, crítico, a veces duro...
Un abrazo a los dos.
Xavier, yo tomo de este relato tuyo y de otros que he leído, TODO. Porque en cada frase encuentro motivos para quedarme pensativa,emocionada , escuchando esa voz interior que también es la mía y la de todos.
ResponderEliminarEs un relato intimista, excelentemente escrito.
¡Enhorabuena, Xavier!
Un abrazo
Gracias Sinrima, este es uno de mis textos preferidos. Intento preguntarme, aunque no siempre encuentro la respuestas.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué buenos recuerdos! Y qué gusto escucharla en la voz de José Francisco!
ResponderEliminarUn placer leerlo y escucharlo.
Un abrazo