martes, 4 de octubre de 2011

183 Habitación nº 15.

"A veces, algunas veces, la realidad y la ficción se fusionan, y ya no sabes si eres el autor o simplemente un personaje mas de este cuento que es la vida..."

No hay peor ruido que el golpeteo desatado por el silencio de un hospital. Esa mudez corroe, maltrata, desmigaja el alma. No hay noches más lúgubres que las alumbradas por la luz mortecina que reflejan esos pasillos alcanforados, raídos de sueños, forrados de congojas. No hay espacio más eterno que las horas ahí agotadas. Los minutos reptan, culebrean por la mente, se arrastran como sombras apesadumbrando las manecillas del reloj. El tiempo, implacable, en esta habitación de hospital no pasa, permanece, acampa, te araña, te lastra, te maltrata como si fuera un gigante desatado, pisoteando esos pasadizos saturados de padecimiento y esperanza. Clarea la noche; el cuerpo duele, cansa. Ovillado por los hilos de la redundancia y de la repetición me percibo tatuado en la cama: ella y yo somos la misma cosa, el mismo mueble. Intento caminar, desperezarme peregrinando por esos túneles coloreados de blanco nada, tirito auscultando esa afonía pálida, alicaída, ingrávida - acuchillada algunas veces por el lloro de un niño, tiroteada otras por los gemidos de un anciano-. Siento un vacío infinito. Me estremezco. Transito serpenteando por este mar de silencio, como un autómata sonámbulo intentando consumir los segundos, extinguirlos, anhelando acelerar el tiempo. Me descubro ratón diminuto enjaulado en un laboratorio, haciendo girar la noria infinita de la fatalidad. Respiro hondo. ¿Qué nos queda? Encomendarnos a Dios, también al diablo. Sólo es un juego, el de la vida: azar, destino, razón, ciencia, suerte.
©  Xavier Blanco 2011.
Aquí tenéis el audio por La voz silenciosa...



18 comentarios:

  1. Cuántos dolores y miedos en los hospitales, qué largo el tiempo. Lo has descrito muy bien en el micro, ese no pasa nada y a la vez puede pasar todo.
    Y la calma tensa, y la espera que desespera, y el descansar todo el día y estar cansado,...

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  2. Ese silencio de hoospital con olor a medicamento se cuela hasta el alma. Has conseguido estremecerme.
    Saludillos

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  3. Os dejo los comentarios publicados en La Esfera Cultural (1). Saludos.

    Ramón María dijo...
    Realmente acongoja tu relato, me gustó pese a la soledad y tristeza que evoca.

    Abrazo
    23/09/11 10:18
    XAVIER BLANCO dijo...
    Gracias Romón María. A veces no es necesario inventar, fabular, a veces la realidad nos genera esas sensaciones, esa congojas. A veces nos sentimos tan pequeños, tan insignificantes, como esa rata que gira en la noria, desconocedora d esu destino.

    Gracias a los amigos de La Esfera por publicar este texto.
    23/09/11 11:19
    Mar Horno dijo...
    Quién haya estado acompañando a un familiar en un hospital, o como enfermo, se siente identificado con el relato. Es terrible. Pero nunca, nunca, podría haberlo expresado de forma tan poética. Es maravilloso. Todo lo que tocas lo conviertes en pura magia. Mi enhorabuena.

    Muchas gracias por tu comentario en mi Blog, me has emocionado. No sabes cómo te lo agradezco. Un saludo.
    23/09/11 11:39
    Isolda dijo...
    El tiempo, implacable, en esta habitación de hospital no pasa, permanece. Te copio esta frase, Xavier, porque es realidad resume exactamente la estancia en un hospital. Demasiado tiempo para pensar...Me gusta mucho esa prosa poética que empleas para un texto tan cierto y delicado.
    Besos de vida, siempre.
    23/09/11 13:21
    Rosa dijo...
    El corazón en un puño!!! Ese tiempo que no pasa que permanece eternamente detenido...Jo, me ha encantado.

    Besos desde el aire
    23/09/11 20:34
    Yolanda dijo...
    Muy viva la descripción de las sensaciones, "el tiempo acampa, araña" ¡cuánta razón! me ha gustado el modo en el que lo relatas, desgraciadamente de un modo u otro, en primera persona o al lado de un ser querido, creo que todos conocemos ésas sensaciones.
    Muy bueno tu relato. Enhorabuena.
    23/09/11 23:06
    Isabel Expósito dijo...
    Ver reflejados en el papel sentimientos vividos y decir: "nadie pudo haberlo expresado mejor". Esa es la grandeza de un escritor, saber expresar lo que los demás sienten y no saben decir. Un abrazo Xavier y hasta el próximo relato. Lo estaré esperando al otro lado de este hilo invisible.
    24/09/11 15:09

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  4. Os dejo los comentarios publicados en La Esfera Cultural (2). Saludos.

    lenita dijo...
    Duro...y real , como la vida misma.Sentir esa soledad terrible llena de silencios y vacíos en un lugar donde cualquiera podríamos acampar..y sin saber a quién encomendarse...
    24/09/11 21:01
    XAVIER BLANCO dijo...
    Gracias a todas por los comentarios.

    No me canso de decirlo, en La Esfera los textos continúan su camino, se engrandecen en esta colección de comentarios.
    Me alegro de ver tantas caras nuevas.

    Un abrazo.

    http://xavierblanco.blogspot.com
    24/09/11 23:16
    Ana J. dijo...
    Xavier, me has dado de pleno en la línea de flotación.
    La desazón que se vive en un hospital, seas acompañante o paciente (infinitamente peor en este caso, supongo) nos salta a la cara en este texto, opresivo como una noche de ingreso.
    Enhorabuena!
    26/09/11 17:45
    XAVIER BLANCO dijo...
    Gracias Ana.

    Es curioso, pero siempre es mas fácil escribir sobre las sombras de la vida: la soledad, la muerte, la desazón, el destino, el desamor. Esas sensaciones hacen manar las palabras.
    A veces intento escribir sobre el arcoiris, la risa, los sueños, el amor, los unicornios, las princesas, pero cuesta, no sale, ¿Me estaré haciendo mayor?

    Una abrazo Ana, me gusta publicar en La Esfera, especialmente por vuestros comentarios, por esa calidez que rodea esta página, por el placer de leeros y esa sensación de aprender siempre de cada uno de vosotros.

    Un abrazo a todos
    26/09/11 18:05
    Ana J. dijo...
    En realidad, esa calidez no sería posible sin todos los que rodamos por aquí, entre los que te encuentras, Xavier.
    Hasta el próximo relato que compartiremos, un abrazo.
    26/09/11 23:50
    Amando Carabias María dijo...
    En verdad, Xavier, tus textos tienen la virtud de hallar la belleza en los momentos de más dolor, como puede ser la estancia en un hospital. Incluso ese insomnio de la madrugada parece atractivo con las palabras que utilizas.
    Por otra parte, estoy de acuerdo con esa angustia que producen los hospitales, incluso en situaciones que objetivamente no son graves.
    27/09/11 18:16
    XAVIER BLANCO dijo...
    Gracias Amando, tus palabras siempre son bálsamo o medicina. Ya echaba de menos tu comentario.
    Un abrazo
    28/09/11 09:16
    Inma Vinuesa dijo...
    Este texto es denso, oscuro y con recovecos como los ingresos hospitalarios, duros y penosos. A mi me parece un arte imprimir en un escrito un sentimiento tan fuerte.
    28/09/11 09:34
    XAVIER BLANCO dijo...
    Gracias Inma.
    Tienes razón, es denso y oscuro. Así son los hospitales...oscura es la incertidumbre, el desconocimiento, oscuro es el dolor, el miedo, la noche...las horas de espera son densas, igual que los pensamientos, densa es la rutina y el dolor...salud, dinero y amor...que gran mentira...
    Un abrazo.
    28/09/11 22:23

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  5. Me ha impresionado el modo minucioso y poético con que describes la inquietud y el miedo. Casi se puede oler el hospital y sentir el ruido metálico y vacío de sus pasillos.
    Es mi primera visita, hasta ahora sólo te había visto como comentarista en blogs amigos. Me alegro de haber dado con este blog.
    Abrazos.

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  6. Estremecedora descripción de ese ambiente de hospital,donde la angustia, el dolor, el tedio y la esperanza se dan cita durante un tiempo indefinido.
    Es angustioso entrar en un hospital;quedar a merced de los demás y, sin embargo, allí es donde depositamos los sueños de esperanza.
    Xavier, ¡ pero qué bien escribes ! Enhorabuena !

    Un abrazo.

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  7. Xavier, he sentido un torrente de emociones al leer tu relato. Dibujas con tus palabras ese sentimiento que llena los días de hospital.
    Y lo haces de una forma poética, directa, sencilla, y a la vez visual y casi dolorosa de lo real que puede llegar a ser.

    Abrazos

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  8. Xavier
    Si leído me ha gustado, escuhado ni te digo!!!

    abrazos
    L;)

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  9. Xavier, me has recordado el agobio que siento cada vez que piso un hospital. He estado pocas veces, algunas con alegría, pero siempre me ha parecido un lugar lúgubre y poco afable. Tú todo eso lo has logrado plasmar en este relato.
    Me ha gustado mucho como nos has trasportado literalmente a un hospital, además escogiendo las palabras adecuadas.
    Un saludo grande.

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  10. Xavier este no te lo perdono, qué no, solo la manera en que está narrado con palabras muy bellas, que me dan envidia, pero demasíado real, tan certero. Copio esta frase por que es tal cual: El tiempo, implacable, en esta habitación de hospital no pasa, permanece, acampa, te araña, te lastra, te maltrata como si fuera un gigante...
    ¡¡Ufff!!

    Besitos

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  11. La verdad Xavier que ya empiezo a dudar si he leído y comentado tus relatos que crecen como el ocre del otoño. Soy seguidor de La esfera y de los múltiples blog en los que apareces y ya me pierdo. Los que hemos estado en hospitales sabemos que por muy bello que sea tu relato, es decir, por muy bien que sepas plasmar los sentimientos y emociones, que lo sabes, lo que más nos gusta es salir de ellos andandito.

    Un saludo

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  12. Xabier, si tu texto ya es espléndido, leído por ese señor, se hace insuperable.
    Gracias por tu visita.
    Estaré por aquí a menudo.
    Un abrazo.

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  13. Probando, probando. Será mi ordenador, pero es con el único que me pasa, tarda en cargarse.

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  14. Esta habitación nº 15 ya parece el camarote de los Hermanos Marx. El día de hoy quedará marcado con letras de oro en este blog por la cantidad de nuevos amigos que han pasado por aquí:Torcuato, L.P. Susana Camps, bienvenidos al Caleidoscopio. Me gustaría veros mas veces por aquí.
    Ximens, Elisa, Nicolás, Sinrima, Puck y Luisa, gracias por pasar y por comentar.

    Este relato es especial para mí, y me alegra ver que para vosotros también. El ser humano es tan grande, y a la vez tan pequeño ante la inmensidad de su existencia, de lo trágico de la vida, de la fatalidad. Me quedo con las palabras de Ximens, lo importante -siempre- es salir andando del Hospital, y luego ya escribiremos sobre ello.
    Gracias también a La Voz Silenciosa, y a los amigos de La Esfera Cultural por publicar y radiar este texto.
    Un abrazo a todos.

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  15. Es el hospital. Y pasan
    lentas las fugaces horas
    de la vida. Pasan
    entre sus puertas las veloces
    horas de la muerte lenta.

    Hola, Xavier, ahí te puse la primera estrofa de un poema que tengo al inicio de mi blog, y donde sobra todo lo demás. A veces cuento pequeñas historias en poemas, y tú a veces escribes prosa con sentido poético, ya ves...

    Enhorabuena por tus varios relatos que entraron en la recta final de Jardines Secretos. Yo sólo lo conseguí con uno de los dos que envié, así que, es verdad, compartimos publicación.

    Un gran abrazo, amigo.

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  16. Profunda reflexión, envuelta en un aura poética muy trabajada...

    Enhorabuena, Xavier.

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  17. Estimado Xavier:

    Correspondo tu visita y encuentro,con sorpresa, unos regalos formidables en forma de historias.

    Esta Habitación Nº15 hiela la desazón de quién pueda recordar una estancia en un hospital.

    Con tu permiso, me quedo.

    Un abrazo,

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  18. Odys, gracias por pasar por aquí y por el comentario. Las noches de Hospital dan para mucho.
    Pedro, Bienvenido al Caleidoscopio. Espero verte por aquí mas veces. Gracias por el comentario.
    Un abrazo

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