- ¿Y
con esta señora, qué hacemos papá?
- Envuélvela en la sábana y la colocas junto a los demás, allí al fondo.
Otro gordo, vaya día que tenemos hoy.
- Hace
mucho calor.
- Tú,
estudia mucho, que mira tu padre cómo se tiene que ver por su mala cabeza.
- Yo de
mayor quiero ser como tú, ingeniero de cadáveres.
- Sepulturero hijo, se llama sepulturero.
- Pues
eso padre, lo que tú dices.
© Xavier Blanco 2011.
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¿El dibujo es tuyo? Vengo de leer otro de padres e hijos pero era más triste. Este es encantador. Ingeniero de cadáveres....
ResponderEliminarIngeniero de cadáveres, dice. ¿Dónde lo habrá oído?
ResponderEliminarEn España nos encanta ser ingeniros de algo, de lo que sea; pero ahí está el padre poniendo cordura.
Tiene que haber sido la madre, seguro que asi es como habla a las vecinas del trabajo de su marido.
y sí, en los pueblos más rurales, esto es una realidad
ResponderEliminaruna triste realidad
besos y gracias
"Ingeniero de cadáveres" es lo mejor del micro. Es muy tierno. La conversación entre padre e hijo es divertida y tierna a la vez. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarXavier, vengo de la mano de Juanlu, pero me quedo por decisión propia, me ha gustado mucho tu blog.
ResponderEliminarSi tienes ganas, puedes darte una vuelta por el mío.
Un abrazo desde Argentina.
Humberto.
Otro niño en conversación con su padre. Muy bueno eso de ser "ingeniero de cadáveres", no es mala profesión, no, seguro que no hay paro en ella.
ResponderEliminarBesitos
Gracias a tod@s por los comentarios,
ResponderEliminarMontse, no, no es mío el dibujo, lo encontré en internet y me pareció un regalo para este micro.
Los niños son así, inesperados, y pueden salir por cualquier sitio, lo sorprendente es que el ya estaba acostumbrado a los cadáveres, a los muertos, esa era su rutina...
Luisa, no hay duda, fue la madre, que eso de sepulturero no le sonaba bien, en su nómina pone Especialista de 3ª.
Elisa, ¿como va el invierno por Chile?...sí, en los pueblos la figura del sepulturero existe, son como una navajita suiza, hacen de todo, igual podan las moreras, que entierran a los fallecidos.
Mar, gracias, sólo los niños consiguen convertir la crudeza de la muerte en algo divertido.
Humberto, bienvenido al Caleidoscopio, es un honor tener un invitado tan ilustre, ya visité tu casa, pero demasiado apresurado, volveré a tomarme un café, nolo dudes.
Elysa, la muerte siempre da trabajo, es una profesión con futuro, En Barcelona todavía no ha Facultat, pero tiempo al tiempo...
Un abrazo a todos y todas.