viernes, 29 de abril de 2011

69 La Dama I














El olor a sangre dificultaba olfatear el final. Después de días de disputa, las pérdidas eran incalculables; el campo de batalla henchido de cadáveres. Una detrás de otra fueron cayendo las huestes de primera línea, simples braceros. El embestir de los alazanes, actores de las más honradas gestas, agrietaron los caminos que socavaron las almenas. Torres que se desmoronaban como naipes que acuna el viento. Estocadas letales, hidalgos ensangrentados que pasaron a mejor vida. El ocaso: reyes sin fortalezas, reinas sin Corte. Una contienda, a muerte, por el más alto de los laureles. Ojo por ojo, diente por diente. No se dirimía el poder, no se litigaban tierras, ni posesiones. Todo por honor. Noches en vela para concluir frente  a frente, huérfanos de tropa,  en un duelo delirante. No perdía de vista sus ojos. Puede que cambie mi suerte. Cortejándola hasta el alba, para concluir vencido por la dama blanca. Un solo despiste, una sola mirada, dos palabras: “jaque mate”.

© Xavier Blanco 2011.

martes, 26 de abril de 2011

68 ...Relatos en cadena... (6)

© Sergi Fornasari. Laia l'arquera. Mataró
















Microrrelato presentado al concurso “relatos en cadena”, de la cadena SER. Máximo 100 palabras, y la frase de inicio obligada era "Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura". Espero que os guste. Seguiremos probando.

Amores que matan.
"Un apuesto joven al que besó en los labios con dulzura, fue el último en visitarla; ella murió esa misma tarde”, dijo, misteriosa, la chica de la inmobiliaria. Flemático, fingí indiferencia. Abrumado por el mas allá, temeroso, me instalé en mi nuevo apartamento. Una noche percibí una energía, un baile de electrones que sobrevino espectro. Los mismos ojos añil, la misma sonrisa traicionera que habían acompañado mis infernales pesadillas. Ahora vivimos juntos. El apartamento es pequeño, y a veces me falta el aire. Tanto amor me está matando, he agotado todas mis reservas de sentido común. Los sábados hay guateque de zombis. Por suerte, ni rastro del apuesto joven.


© Xavier Blanco 2011.

domingo, 24 de abril de 2011

67 Pleiteando contra la vida

 

 

 

 

 

 

 

 


Relato presentado al "III Concurso de Microrrelatos sobre abogados", en la convocatoria de Marzo 2011,  máximo 150 palabras, y las palabras obligadas eran: hoguera, menú, pleito, comisión, clave.

Ha sido seleccionado entre los relatos finalistas.

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Los jueves, cobrada la comisión, era costumbre comer de menú en “La Magistratura”, restaurante regentado por Don Marcial Bellido. Había sido abogado prestigioso. Cambió los juzgados por los fogones, la toga por el delantal. “Con el estómago vacío, no hay justicia que valga”, decía. Su abuelo fue fiscal, su padre magistrado, él laboralista, orgulloso de defender “sólo a trabajadores”. “La ley es lo único que tienen los pobres para hacer frente al poder del dinero”, sentenciaba. Insigne personaje y mejor persona, esa era la clave. Hacía semanas que no se le veía, alguna dolencia lo tenía achacoso, encamado. Al girar, divisó un corrillo en la puerta; se respiraba cierto nerviosismo. A lo lejos, el humo de una hoguera ascendía dibujando una tenebrosa guadaña. Las campanas de la Iglesia doblaban a muerto. “El peor pleito es el de la vida, ese no hay quien lo gane”. Cuánta razón tenía.

© Xavier Blanco 2011.




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jueves, 21 de abril de 2011

66 Tu ausencia.

Te escribo, letras que nunca leerás; precisamente hoy, cuando hace un año que te fuiste sin despedirte, sin un adiós. Decirte que ya no me hablan las caracolas, que no puedo aguantar más esta amargura tan extraña que me abate. Ayer te esperé en la parada del metro, allí en la Rambla, donde nos encontrábamos cada día todavía adolescentes, camino de la Universidad. Hace meses que el eco de mi felicidad no resuena, que me invadió el silencio. Pero hoy no has venido.

Apesadumbrado por tu ausencia, he bajado las escaleras, camino del pasado y te he buscado desesperado por los andenes. Te he reconocido en una niña que corría, en unos adolescentes que se besaban, en una pareja de ancianos que reían. ¿Sabes?, no me preguntes en qué parada, pero se subió aquel señor que toca el acordeón, y sí, tocó nuestra canción, y te escruté, porque allí estabas sin estar.
Me detuve en aquel fotomatón de la estación de Palau Reial, ¿te acuerdas? Y me hice una foto, dos, cien. Y, aunque no te lo creas, aparecemos los dos, juntos, porque tu áurea sigue allí inmortal. Ya en casa, la colgué junto a todas las demás. La miro: eres tú, extraña, antes y ahora, con todas las edades y con ninguna, etérea, eres tú perenne, siempre.

De regreso me paré en aquel pequeño bar de la estación. Sentado en la barra pedí un café y un cortado; sí, cariño, uno con sacarina, y me bebí el mío, y luego el tuyo, sorbo a sorbo. Sabía a tus besos. Y el camarero me miraba y pensaba "pobre hombre, pobre viejo loco". Bajé al andén. Me senté en el banco, en el nuestro, en aquel en el que estirábamos los días, antes de separarnos. Ya cansado tomé el primer tren hacia ninguna parte -sin rumbo, despreocupado-, porque tú estás en todas, infinita. Quizás sea tu ausencia la que hace irrespirable este aire que me ahoga.
Cansado, regresé a la vida, cogí un autobús que me llevó directo al camposanto. Compré un ramo de flores, violetas, como a ti te gustan, y me senté allí, frente a tu lápida. Leí tu nombre una y mil veces, y cada letra era un puñal que atravesaba mi alma, un gemido en el silencio. Tú no lo sabes, pero hablamos. Y me dijiste que todo aconteció demasiado rápido, que la muerte no avisa, no espera, que no tuviste tiempo para decirme adiós, para secar mis lágrimas. Que sabes que lo pasé mal con tu abandono, que nos quedaban muchas cosas por hacer, muchas risas por reír, muchos besos que gastar. Que tú también lloras por esa ansiedad insoportable que me lleva a naufragar cada día en tus recuerdos. Tus palabras siguen ahí, confundidas con la luz del crepúsculo de un nuevo día que huye, esperando la alborada. Y me dijiste que sigo siendo el príncipe de tus cuentos, el pirata bueno de tus sueños.
Has vuelto. Mañana no alargaré la noche, y cuando el día despunte, me levantaré con la alegría de haber perdido definitivamente la batalla de tu ausencia. Me pondré el traje, el de las grandes celebraciones. Recorreré los andenes del metro. Y allí sentado dentro del vagón, miraré el techo y esa luz amarilla volverá a ser nuestro firmamento. Me cogeré la mano que será la tuya, y reiré conmigo que será contigo. La gente me mirará; y no dirán nada, pero pensarán "pobre viejo loco". Pero no me importa, porque has regresado, haciéndame sentir que ya no estoy solo. Y así un día y otro seguiré soñando sueños, insumiso de la realidad, opositando a quimeras. Decirte que hoy me trago esta amargura, por extraña que sea, hoy he elegido respirar, seguir viviendo, siempre contigo.

© Xavier Blanco 2011.

Presentado al concursos de Relatos de Transports Municipals de Barcelona. 

lunes, 18 de abril de 2011

LA ESFERA CULTURAL.







Los amigos de la Esfera Cultural me han publicado en su página uno de mis microrrelatos. Tiene como nombre Réquiem, también lo podéis encontrar en este blog, lo publiqué el pasado 7 de abril.



El microrrelato intenta describir la sensación de desamparo que sentimos los seres humanos ante la muerte. Espero que disfrutéis con su lectura tanto como hice yo cuando lo escribí y me gustaría que dejarais aquí o allí las sensaciones que os ha producido.

No lo dudéis ni un segundo, entrar en La Esfera Cultural y disfrutar de la CULTURA, en mayúsculas, de literatura, de música, de libros, de imágenes..., pero especialmente de sensaciones, de impulsos y de sentimientos.  

Un saludo a todos y gracias por pasar por aquí, en compañía se camina mejor.

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Otros relatos que me han publicado en La Esfera Cultural:

Quijotes de la noche.
Sólo papel.
Billete de ida.










jueves, 14 de abril de 2011

65 LA REPÚBLICA (Hoy hace 80 años).

Hoy hace 80 años, en medio de una euforia pocas veces vista, un sueño de libertad recorrió las calles y las plazas de este país - que llamamos España-. El 12 de abril de 1931, la victoria de las fuerzas políticas de izquierda, socialistas y republicanos, en unas Elecciones Municipales, provocaron la caída, dos días después,  de la Monarquía, y la proclamación, por segunda vez en nuestra historia, de un régimen republicano. La proclamación de la II República acabó con la España de la Restauración, con un sistema oligárquico de opresión social y política. El advenimiento de la República  fue un hecho revolucionario

El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la nueva constitución republicana, y ese periodo histórico se constituyó en la primera experiencia real de parlamentarismo democrático vivida en nuestro país. El advenimiento de la República fue, sobre todo, un deseo de cambio y de transformación real de las estructuras sociales, de la distribución de la riqueza y de creación de nuevas formas culturales -mas libres y progresistas-, con el objetivo de crear una sociedad nueva.
La Constitución republicana, uno de los documentos políticos mas interesantes de nuestra historia, rompía con la tradición decimonónica, buscando una democratización plena del sistema político, económico y social. Muchos temas todavía hoy no resueltos, que llenan titulares de periódicos y abren telediarios, como la relación iglesia-Estado; la sanidad y la enseñanza pública como pilares del Estado del Bienestar; la igualdad como elemento central de la política o la España plurinacional, fueron grandes temas que los políticos de la República abordaron e intentaron resolver. De eso hace ya 80 años.

Sólo cinco años después un levantamiento militar, un incruento golpe de estado,  contra el orden constitucional establecido - contra la democracia, la libertad, la justicia y la igualdad-, llevó este país a una guerra fratricida, y a cuarenta años de dictadura fascista y de represión social y política. Ese golpe de estado y esa maldita guerra marcaron, para siempre, la Historia de España, a la que metieron en un negro túnel, sobre el que todavía parte de  nuestra realidad actual transita.
El sufrimiento infinito que provocó  aquella  guerra,  la represión posterior y la falta de libertades que nos han mutilado durante  cuarenta años, no ha permitido valorar –en toda su inmensidad- lo que significó para este país aquellos años de progreso y de libertad.  
Hoy,  80 años después, aquellos que nos reclamamos de los ideales republicanos, nos sentimos orgullosos de aquellas gentes;  de los hombres y mujeres que blandiendo la bandera de la libertad, dieron su vida por un mundo mejor; de aquellos que sufrieron la negra noche del franquismo: y también de aquellos que hoy todavía entre nosotros, no vivieron su vida, porque la entregaron, sin reserva, a la causa de la libertad, de la justicia y de la igualdad.
Hoy, el ruido de la intolerancia, la cantinela de los mercados y los cantos de sirena del capitalismo, nos impiden escuchar la melodía, la sirena que nos llama a seguir alerta, a decir basta, a luchar para parar tanto atropello,  a seguir comprometidos con la historia, a impedir que nos arrebaten lo que hemos tardado decenios en conseguir. Hoy hay que decir NO, mil veces NO, hay que comprometerse, hay que rebelarse contra este paraíso, de cartón piedra, que nos intentan vender. Hoy, mas que nunca, esos ideales republicanos son nuestra munición mas valiosa.  Ese es nuestro mejor homenaje.




© Xavier Blanco 2011.

miércoles, 13 de abril de 2011

Su suerte...(cosas de mis amigos).

© Sergi Fornasari. Sortida de Sol.





Como pasan los días, hoy es miércoles, y Miriam Giménez  nos regala nuevas  reflexiones..., pequeñas cosas, de esas importantes, que pasan en la vida...







Está en uno de esos box de urgencias acompañando a su mujer. Ronda la sesentena y revolotea solícito alrededor de ella. Solo hay una camilla que ocupa todo el espacio disponible y que se impone más allá de lo que su volumen haría suponible. Ella se queja de lo mal que está, de lo mucho que le duele, de lo mal que la atienden, de …, y él, se sienta en una silla, baja la cabeza y se la cubre con las manos, huyendo por un momento de ella, silenciando los reniegos, silenciando los quejidos… solo un momento, sólo, por un momento … Lentamente se incorpora, parece que las rodillas se niegan a seguirle pero su voluntad es más fuerte, aquel es su sitio, aquella su suerte.

© Miriam Giménez.

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Aquí encontrarás mas cosas de Miríam:

lunes, 11 de abril de 2011

64.. Relatos en cadena ...(5)

 © Sergi Fornasari. Castell de Taradell.














Esta semana presenté dos microrrelatos al concurso “relatos en cadena”. Máximo 100 palabras, y la frase de inicio obligada era "Ella sabrá lo que hace". Espero que os gusten. Seguiremos probando.

Viaje de negocios.
“Ella sabrá lo que hace”,  fueron los postreros cuchicheos que ausculté. Muchas risitas, y demasiada dentera, hay en esta empresa. El vuelo se me hizo eterno, cosas de la navegación aérea, especulé. Descendí del avión, ni rastro de la megalópolis que esperaba. Reconocí mi nombre en un letrero amanuense  que ostentosamente zarandeaban  mis anfitriones.  Me quedé allí quieta, observando sus rostros bronceados, sus guayabas impolutas, sus muecas socarronas. Recordé las risas de la oficina. Yo allí toda mona,  cuarenta grados a la sombra, medias negras, botas altas,  suéter lanero, y lo peor: mi abrigo de astracán. Todo sea por la compañía.

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Turno de noche.

-   Ella sabrá lo que hace.
-   Rafa, la cosa es grave. La niña ha llegado esta mañana diciendo que ha conocido a un tal Cervantes, “toda la noche cabalgando con Rocinante, mamá”. ¡Qué descoco!
-   Cosas de la edad.
-  No es la primera vez. Empezó con Quevedo, y el viernes el Calderón ese. Que la vida es sueño, dice. Muchos hombres para tan poca mujer. Perderás el trabajo, le contesté, y la descarada me respondió “madre tranquila, que me  sobra tiempo”. Ya te dije que no me gustaba el turno de noche. Tantos estudios, para acabar limpiando la Biblioteca de la Facultad.


 © Xavier Blanco 2011.

domingo, 10 de abril de 2011

63 Solo preguntas (I)



El mundo gira demasiado deprisa.
Mientras él aumenta su velocidad, yo incremento mis dudas. Cada día me hago mas preguntas y, lo peor, cada vez me cuesta mas encontrar las respuestas. Seguridades, certezas, evidencias, convencimientos que se derrumban como castillos de naipes que abate el viento.  


Aquí tenéis la pregunta de la semana, que espero me ayudéis a responder.
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Si el rescate de Portugal cuesta 80.000 millones de euros, el de Grecia 110.000, y el de Irlanda 85.000.

¿No hubiera  sido  mas  barato capturar a los secuestradores?.

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viernes, 8 de abril de 2011

62 Cosas de Mariano (Rajoy).


Hoy leo en la prensa las declaraciones que ha hecho Mariano Rajoy sobre las listas electorales: “Yo no me dedico a eso”. Seguro que el hombre estaba de vacaciones, descansando. Lo peor es que Rajoy no se dedica a nada, no opina, no comenta, él está para otras cosas. Cosas que nadie sabe, claro. Él ha consagrado su vida a la espera y ahí está: quieto, parado, viendo los días pasar, contando nimbos y cirrocúmulos, ovejitas, borreguitos laneros, mirando las estrellas, los cometas que surcan el cielo, como un eremita, como un ermitaño, dedicado a la vida contemplativa. Mientras él sueña levantarse en la Moncloa, estirar las piernas en sus jardines, cambiar las cortinas del cuarto de baño, y codearse con esos machotes del G-8, del G-20 - ahí perdido en su cuento de la lechera -, el mundo sigue girando y cada vez gira más deprisa.
 

Él sigue esperando ilusionado su noche de Reyes, como ratita presumida que limpia la escalera. Alguien tendría que explicarle a este hombre que si quiere ocupar el puesto, debería opositar, prepararse, esforzarse, estudiar un poquito, hacer los deberes, pintar los dibujos, presentar los trabajos - ¡vamos!, lo que mi hijo no hace, pero mi hijo sólo tiene 12 años y, de momento, no quiere ser Presidente del Gobierno -. Porque claro, mientras él no se dedica a eso de las listas electorales, estás se van confeccionando, y como la desidia la carga el diablo, por ahí que se van colando truhanes, ladronzuelos, prevaricadores, mafiosillos…, que después serán alcaldes, Presidentes de Comunidad…por ejemplo de Valencia... tonterías, pero luego dirá que él no sabía nada.

Y claro, como los Reyes son en Enero y estamos en Abril, pues la espera se hace larga, y esa ansiedad le corroe, y el hombre se equivoca: “errare humanum est”; ¿pero tanto?  Con estos nervios, un día dices lo que no quieres decir, otro día pierdes los papeles, otro día te quedas en Babia, -que no son gigantes, que son molinos Mariano-... Y tanta  es la ansiedad contenida, que el cerebro se bloquea y te impide pensar, y te olvidas del paro, de la economía, de la educación, de la sanidad, de la España de la Autonomías, del futuro.
 
Él no se dedica a nada, y nada le preocupa. A mí, sólo de pensar que el mencionado elemento, alma cándida, débil y dubitativa,  acabe asiendo el timón de este país me pone los pelos de punta; me entra pánico. Si existen los Reyes Magos, seguro que  le traen carbón.

© Xavier Blanco 2011.

jueves, 7 de abril de 2011

61 Réquiem.













La niña allí sentada, a la resolana, con su pelo crespo. Los rayos del sol, tenues, tímidos, reflejan su pequeño cuerpo en la pared encalada, limpia, impoluta. La abuela ciega, quieta, presa por la zangarriana, mirando la vida con inquina, con pereza, desganada. La madre, que entra y sale, que sube y baja, extendiendo sábanas blancas que azota la brisa, sólo taciturnas mortajas, testigos de noches sombrías que  almidonan quimeras. Sábanas que son velas de veleros que nunca zarparon, varados en mareas que en ningún tiempo mejor subieron. Mareas sin lunas, astros sin noches. Noches que son mañanas, perennemente repetidas. El viento que susurra un tango, triste, mil veces danzado. Danza la vida caprichosa, trepando cucañas camino del cielo. Planean azadas, arados y aguijadas por el limbo infinito, abatidos, huérfanos de tierras. Simientes que vuelan buscando otros parajes donde dar frutos. Parajes que son colmenas, enjambres de  sueños que no florecen en primavera, yermos, sin semillas. Primaveras que sobrevienen fríos inviernos, colmados de corazones gélidos que derrocan ilusiones. Lágrimas que ya no duelen, corriendo por acequias perpetuas. Ilusiones captadas por añejos daguerrotipos, rictus pintados de color ámbar. La muerte que no avisa, traidora, fementida. La niña sin padre. Tres damas, encadenadas, retenidas, ataviadas de negro azabache, pergeñando el porvenir, camino del camposanto.

© Xavier Blanco 2011.
 













miércoles, 6 de abril de 2011

De todo corazón... (cosas de mis amigos).

© Sergi Fornasari. Creu a les Canals de Vallfogona. 
















Hoy es miércoles, Miriam Giménez, una amiga, nos regala nuevas  reflexiones..., pequeños impulsos, grandes sensaciones.

Apoyo la cabeza en tu pecho y solo ansío oír el batir de tus alas. Tu piel desprende calor pero yo solo tengo un sentido despierto, y es el oído. El mundo desaparece alrededor, todo se funde en el silencio, excepto tu corazón, es lo único que quiero escuchar, es para lo único que tengo oídos. El batir rítmico, caliente, potente. Lo damos por hecho y, cuando falta, no hay sonido más dulce. Mi dedo se desliza por tu pecho, mi corazón se acompasa al tuyo, queda tanta vida por recorrer juntos…

© Miriam Giménez.

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Aquí encontrarás mas cosas de Miríam:

Grises
Cada día sale el sol.

lunes, 4 de abril de 2011

60 Solo Papel.














Necesitas escribir y no encuentras papel. Te desbordan los vocablos, rebosan las palabras. Rebuscas con desesperación, revuelves cajones, agitas armarios, sacudes archivadores, zarandeas carpetas. Nada, no hallas nada. La inspiración viene y de pronto se va. Las historias nacen, y las haces vivir o expiran en tu mente. Borroneas o respiras. Creas o arruinas. Detestas o idolatras. Estás perdido, precisas papel. Lo irracional. Observas, reparas, adviertes, ralentizas tu vista, dejas de pestañear. Te percatas, allí está el cofre, tu colección de papiroflexia, tus origami. Sabes que no debes hacerlo. No quieres hacerlo. No puedes. Ya no tienes el control, requieres papel. No eres tu dueño. Abres la caja del tesoro, lloran tus ojos, la sombra del vacío. Tus pupilas se dilatan. La ira. Extiendes cuidadosamente los trofeos: te mira la grulla, sonríe el cisne, croa la rana, bufa el dragón, gime el conejo, huele la margarita, salta la cigarra, corre la pajarita, vuela el avión, navega el barco por las aguas de tu desesperanza. Embisten, arremeten contra tus sueños. Lloras, estás desahuciado. Reintegras, abates la tapa. Se suicidan los fonemas, zozobran las ideas, naufraga la inspiración. Hay sentencia, escuchas el veredicto: de nuevo has perdido

© Xavier Blanco 2011.
















Este relato ha sido publicado en La Esfera Cultural. 
Haz girar La Esfera, no te arrepentirás.

 






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viernes, 1 de abril de 2011

59 Elvis sigue vivo.

No me preguntéis la fecha exacta; yo tendría ocho o nueve años cuando ocurrió por primera vez. Una motocicleta arrolló a mi perrita. Pensé en ella una y mil veces; la imaginé en el limbo. Sin saber cómo, después de muerta, apareció en mi cama, corría por casa, y dormía en el sillón de papá. Sólo la percibía yo. "Poderes sobrenaturales", pensé. "Cosas del demonio", decía la abuela.

- Rafa, que el niño habla solo, que hay un perro, dice.
–Tonterías abuela.
- Este niño no es normal, se le ve en la mirada. Está poseído.

Ese fue el principio. Pasaron los años, hasta que un día me saludó el espectro de tío Juan, tipo raro, demente. Me crucé con él en el andén, en Urquinaona. Se empezó a reír como un chiflado, persiguiéndome por todo el vagón. Por suerte siempre he sido un "Juan sin miedo". Me impresionó. Descendió en Rocafort. Yo tendría veinte años. La cosa no quedó ahí. Una madrugada de sábado me di de bruces con el abuelo Jacinto. Le reconocí por las viejas fotos color ámbar que había por casa. Manco, destrozado, la cara ensangrentada, había fallecido en un accidente: era un zombi cualquiera. Ataviado con un sombrero de fiesta, unas guirnaldas multicolores y tirando confetis por todo el vagón. Era un fiestero, un bala perdida.

Todo fue empezar y no parar. Siempre en el metro. El subsuelo es el mejor hábitat para las almas del purgatorio, terreno abonado. Sucumbí a ese canto de sirenas, a esos túneles negros, infinitos, que se bifurcan una y otra vez hacia ninguna parte, poblados de cadáveres en rebeldía. Al principio no controlaba esos poderes. Interfectos que aparecían y desaparecían por arte de magia. Todo el álbum familiar desfiló ante mis ojos: mutilados de guerra, pomposas damas de mantón y manila, bisabuelos anarquistas, nodrizas pechugonas, piratas del Caribe, veteranos de la Guerra de Cuba… El metro convertido en una máquina del tiempo imposible, en una verbena permanente.
Conocí mujeres, pero ninguna entendió mi especial sensibilidad, mi afición a los temas del mas allá. Y lo que empezó como un juego, me acabó cautivando. Dejé el trabajo, lo dejé todo, para entregarme, sin contemplaciones, a este vicio de los difuntos. Día tras día, recorriendo andenes y vagones con desesperación, buscando almas perdidas, zombis sandungueros, espíritus taciturnos, penitentes de la vida, cofrades de la expiración, con los que compartir unas risas, un pitillo, unas reflexiones.

Poco a poco empecé a controlar esas apariciones, ampliando así la galería de fantasmas. Mis pretensiones son órdenes divinas. Ya no puedo parar. Los domingos de partido, transito por la estación de Les Corts, departiendo con viejas glorias del balón. Así fue como conocí a Kubala. Los días de estreno, en la parada de Liceo, desfilan ostentosas mezzosopranos y altivos tenores. Nada comparable con las fiestas que acaecen en las estaciones de Poble Sec y Paralel, repletas de viejas glorias del” Music Hall”: mujeres de vida disoluta, aprendices de nada, viejos comediantes, estrellas que nunca lo fueron. Así una jornada tras otra. Llevo meses pensando en Elvis, pero nada, no aparece, cosa que confirma que el de Memphis sigue vivo.

Perdonad, no me he presentado. Algunos me conocéis: soy ese caballerete apesadumbrado, de pelo ralo, barba canosa, traje gris raído, que arrastra su carrito por la estación de Catalunya. Duermo en la calle, esperando que me despierte el alba, soñando la hora de apertura de los andenes, para entregarme sin mesura a esta danza de esqueletos.

© Xavier Blanco 2011.

Presentado al concursos de Relatos de Transports Municipals de Barcelona.