No escribo con música; me embarulla, me distrae. Hoy sí; para aislarme, para evadirme, para no oír los gritos de esa mujer que habita contigua a mi apartamento, ni los gemidos del chaval, impotente, ante los envites de ese bárbaro en el cuerpo de su madre. Llueve a mares, y las gotas tintinean en el asfalto como alfileres que se me clavan en la conciencia, que aflojan mi corazón. Hoy quisiera no ser yo, ser otro, en otro ser, en otra vida, estar dormido y despertar acunado sólo por el silencio.
© Xavier Blanco 2011.
Microrrelato escrito para:
Espacio de creación de microrrelatos,cuentos cortos
y otras formas de literatura breve.
La música debería ser un vehículo no una tapadera. Pero visto el entorno, se permite.
ResponderEliminarpue yo no concivo nada sin música jajaja, todo lo hago bajo su manto, absolutamente todo, incluso escribir jaaaa
ResponderEliminartu microtelaro es un vómito de una realidad que nos envuelve en este mundo abrupto y corrosivo
la realidad es más atroz incluso
abrazo desde este lado del mapa, el invierno se despide con un largo canto lloroso
Os diré un secreto, me gusta escribir con música. Sí, la realidad es abrupta, atroz, horrida en algunos casos. Y el ser humano se parece mucho al camaleón, al avestruz,se camufla, mira para otro lado, sube la música para huir de la realidad, esconde la cabeza...
ResponderEliminarAbrazos a las dos. Aquí Elisa nos queda verano, calor, y un cielo azul que nos envuelve. El otoño sigue escondido, agazapado, y todavía no ha llamado a nuestra puerta.