Presenté este relato al "Concurso de Microrrelatos sobre abogados". Ha sido elegido entre los finalistas del mes de Julio 2011. Es una adaptación de uno que envié al concurso de "relatos en cadena" de la SER. Espero que os guste.
PALABRAS OBLIGADAS: boda, palabrota, detención, birrete, orgullo
“Muntaner, 12. María”. No era el SMS de siempre, ¡sorpresa, me citaba en el despacho! La puerta estaba entornada, ansioso por ese nuevo encuentro, me desnudé raudo y encendí la luz, allí estaba María, pero en compañía. La familia al completo, parecía una boda. Miraban atónitos, yo “en pelotas”, ataviado con mis camperas y el birrete de graduación. Cosas de abogados. Esa manía mía de no reparar en los detalles, no había tiempo para interrogaciones. ¿Dónde? Si hubiera preguntado ¿cuándo? Lo mejor la cara de la abuela, que entraba en ese momento. No se cumplen cien años todos los días. Con orgullo, balbuceé: "¡felicidades abuela!". Dos galeotes uniformados entraron por la puerta: “procedan a la detención del exhibicionista” –un vecino había llamado a la policía-. Un silencio aterrador invadió la sala. Carlitos, mi sobrino, aplaudió. Los demás le siguieron. Escuché a papá decir alguna palabrota.
© Xavier Blanco 2011
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Jajaja... Muy simpático el conjunto. El desarrollo me sonaba, pues se han hecho chistes de ese tipo; pero le das un broche de oro con ese final, jajaja, que es donde yo veo el meollo: ante situaciones fuera de lo "políticamente correcto" o sorpresivas, la gente, en grupo, no sabe reaccionar; y basta el aplauso de un Carlitos para que sigan todos los demás. ¡Y luego ese papá cascarrabias, que seguramente hubiera dicho la palabrota ante cualquier otra situación, jajaja!. Me parto...!
ResponderEliminarUn abrazo, Xavier.
Lo mejor, sin duda, Carlitos. Tiene madera de líder; ya le siguen.
ResponderEliminarLuis, Montse, gracias por pasar por aquí. Sí, suerte que nos queda la inocencia de los niños, y siempre aparece un Carlitos en los momentos mas tensos, esos que la mente adulta no sabe solucionar. La sonrisa de un niño es la mejor medicina, el bálsamo que calma cualquier herida.
ResponderEliminarun abrazo a los dos,
Me he reído mucho imaginando la escena, eso dice mucho del micro. Los buenos escritores te llenan de imágenes la cabeza cuando los lees.
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